Falleció Miguel Martínez Losada. Con él se fue una parte de la historia del socialismo coruñés. Era químico y su vocación la prevención, la seguridad y salud laboral, en donde desarrolló su vida profesional. Pero sobre todo tenía un compromiso público. Con sus ideas y con los ciudadanos. Era socialista.
Fue elegido secretario general de la comarca coruñesa en 1980 y desde este puesto se dedicó a potenciar sus agrupaciones locales y a fortalecer los grupos políticos municipales, recién estrenados pasadas las primeras elecciones municipales de 1979. Fundó equipos sectoriales y dinamizó una estructura política que daría como resultado una gran organización. Una acción que contribuyó al gran triunfo socialista que tuvo lugar en las elecciones de los años 1982 y 1983. Formó parte de la candidatura socialista de Francisco Vázquez que alcanzó la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de A Coruña. Fue elegido portavoz del grupo municipal socialista. Cargo que compatibilizó, en un primer momento, con la Concejalía de Seguridad Ciudadana, y posteriormente, la Concejalía de Hacienda. Su paso por estas áreas significaron modernización y eficacia. La primera trajo consigo la mayor dotación de personal de la historia reciente de la Policía Local, a la vez que dotó a este colectivo de un reglamento moderno, nuevo y al servicio de los vecinos. Como concejal de Hacienda inicio los cimientos de una estructura hacendística moderna que permitió, al gobierno municipal, un gran salto modernizador.
Dejó el Ayuntamiento al ser nombrado gobernador provincial de Pontevedra, cargo al que renunció al ser elegido, por Fernando González Laxe, para desempeñar las funciones de conselleiro de Traballo e Benestar Social, en el primer Gobierno socialista en la Xunta de Galicia. Allí volvió a dejar su impronta modernizadora y comprometida con el bienestar de los trabajadores. Fue parlamentario gallego hasta el 2008, año en que volvió a su vocación profesional, y con la misma ilusión que en política desempeñó su trabajo contribuyendo, como director del centro de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia, a mejorar las condiciones de trabajo de los ciudadanos.
Un hombre familiar
Había nacido en 1945 y la jubilación le permitió dedicarse a tiempo completo a su otra pasión, sus nietos y a contemplar, satisfecho, como sus hijos caminaban, con aciertos, en sus vidas. Pero sobre todo añoraba tiempo. Tiempo para pasarlo con su compañera del alma, Marilí. Tiempo que le fue segado.
Tuve ocasión de trabajar intensamente con él. En sus ejecutivas y como compañero de corporación. Y tenerlo como amigo. Siempre encontré en Miguel afecto, apoyo cuando fui elegido Alcalde y sus consejos llenos de experiencia. Nunca dejó de acudir a las llamadas del partido, incluso cuando la salud ya empezaba a limitarlo, pues se sentía profundamente socialista. Orgulloso de ser del PSOE.
En tiempos como estos que se pone en cuestión la transición y se habla negativamente del «régimen» constitucional del 78, quiero rendir homenaje a un hombre que con su esfuerzo, dedicación, pasión política, y mucha ilusión y trabajo, contribuyó a que los españoles fueran más libres, más iguales y con más bienestar. Lo consiguió. Descanse en paz.