El PP empieza a enseñar cartas para la partida de las elecciones

X.?G. A Coruña / La voz

A CORUÑA CIUDAD

Una recreación de la nueva ronda de Outeiro, según Coruña Futura.
Una recreación de la nueva ronda de Outeiro, según Coruña Futura.

21 ene 2020 . Actualizado a las 19:43 h.

Carlos Negreira concurrió a las elecciones del 2011 con un plan global para la ciudad, A Coruña 2020, que marcaba un claro horizonte temporal. La fecha coincide con su anunciada marcha del Ayuntamiento tras dos mandatos, si los ciudadanos le reeligen en mayo, pero también encaja a la perfección con la inminente oleada de nuevos fondos europeos, que se centrarán en la promoción del desarrollo urbano. Ese es el contexto en el que hay que entender el plan Coruña Futura y su adaptación a los requisitos de la UE.

Aunque quizá la idea sea más difícil de transmitir que las obras puras y duras, los populares son los únicos que llegan a la campaña, al menos por el momento, con un «gran plan» para el futuro de la ciudad, que pasa por la búsqueda de grandes cantidades de financiación proveniente de otras instituciones, sobre todo la Unión Europea, con el fin de pagar nuevas obras y servicios.

La estrategia no es ni mucho menos nueva. La ensayó con mucho éxito y durante años el exalcalde socialista Francisco Vázquez, que se las ingenió durante años para lograr financiación no municipal para sus proyectos señalados. En ocasiones el dinero venía de otras administraciones o de la iniciativa privada, pero también de la Unión Europea, que pagó el paseo marítimo, la joya de sus años en María Pita.

La principal diferencia es que Vázquez salpicaba la gestión diaria con ideas emblemáticas e infraestructuras que luego demostraron ser imprescindibles para la ciudad, como la tercera ronda.

Su sucesor en el cargo, Javier Losada, no tuvo la misma suerte a la hora de lograr financiación durante sus seis años de mandato, pero abandonó el estilo de gestión de su predecesor y apostó por un grado mayor de planificación. Quizá el mejor ejemplo de esos documentos fue el plan Busquets, en el que el urbanista catalán planteaba una extensa transformación de la ciudad, especialmente del entorno portuario, que iba a convertirse en una zona abierta al público después del traslado de sus actividades principales a punta Langosteira.

El actual gobierno ha intentado compaginar las dos virtudes de sus predecesores, la capacidad de captar fondos foráneos y el ánimo planificador. En el primer apartado puede defenderse presentando la finalización de la tercera ronda, el inicio de los trabajos en la Fábrica de Tabacos, las aportaciones de la Xunta para la obra del Parrote o el 80 % de la financiación para los proyectos encuadrados en Smart City. En el segundo apartado puede incluir ese mismo proyecto tecnológico, Coruña Futura, el nuevo Pepri, el plan de movilidad...

Queda por ver si los ciudadanos consideran esos documentos una alternativa creíble y deseable para el porvenir de la ciudad o un conjunto de papel mojado, como ha insistido la oposición en numerosas ocasiones.