«La historia completa de cada uno de nosotros está en la piel»

A CORUÑA CIUDAD

Busca mujeres diagnosticadas de cáncer para una exposición de fotos

29 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Sandra Fernández Romero (A Coruña, 1973) busca mujeres que hayan sido diagnosticadas de cáncer de mama para retratarlas, en el marco de un proyecto fotográfico que le reste dramatismo a la enfermedad. Ella piensa, por ejemplo, en imágenes con «pelucas descolocadas por el viento» o en prótesis mamarias fuera de contexto. Todo será realizado con mucho sentido del humor, que es el que ella le echó a la vida cuando le diagnosticaron la enfermedad.

-¿Pero no será mejor dejar las pelucas en su sitio, mujer?

-Hay que desdramatizar el cáncer. Me gusta fotografiar detalles curiosos o, si cabe, hilarantes para asignarle un lado cómico a tanta gravedad.

-Es casi inevitable tener una mirada triste del cáncer.

-Pues tenemos que verlo como algo de lo que se sale. Quiero proyectar optimismo y sonrisas.

-Lo malo es cuando una no se reconoce delante del espejo.

-En esos momentos es vital sentirse fuerte, animada y, me atrevo a decir, bonita.

-¿Usted lo logró?

-Sí. Fue una sesión de fotos que me hizo una amiga cuando yo estaba a tratamiento la que me dio el empuje, porque me gusté.

-¿Cómo es ese proceso físico y emocional que vivió?

-Yo siempre he sido muy vital y alegre, pero esto te cambia totalmente tu forma de pensar. Eres más consciente de la temporalidad de la vida y quieres vivirlo todo más intensamente. Te da igual tener el pelo largo, que llevar una cresta verde en la cabeza o unas mechas rosa fucsia.

-¿Lo que cuenta es reírse?

-Es muy importante asumir que esa persona que está frente al espejo sigues siendo tú misma, pero con una historia de lucha y superación detrás. Tú eres tú con tus cicatrices y con tu vida.

-Pues Angelina Jolie debe tener unas cuantas.

-Hay que tener una salud mental y una gran fuerza interior no solamente para hacer lo que ha hecho ella, sino para publicarlo al mundo entero. Es un ejemplo de mujer, que, sin duda, abrirá el camino a otras que se encuentren en una situación análoga.

-Usted cuenta con el apoyo de la Unidad de Patología Mamaria del Abente y Lago, que le ayuda a localizar a sus modelos.

-Sí, me están poniendo en contacto con ellas. Solo tengo palabras de agradecimiento para ellos.

-¿Ya ha empezado a fotografiar?

-Sí. El otro día estuve con una señora maravillosa, de 78 años, y una doble mastectomía. ¡Nos echamos unas risas! Una maravilla de mujer, con una vitalidad...

-¿Dónde son las sesiones?

-En la casa de cada paciente. Yo huyo de las fotos de estudio, quiero ir a su casa, ver cómo es su día a día, qué hacen cuando se levantan, si se maquillan para verse guapas, cómo se colocan la prótesis... En fin, de lo que se trata es de fotografiar su vida.

-Y no descarta los desnudos.

-Me gustaría poder reflejar toda su historia a través de su cuerpo. Me gusta todo lo que una piel pueda contarme. La historia completa de cada uno de nosotros está en la piel. Cuando una persona lo ha pasado mal en la vida, se nota. Yo voy por la calle y me voy imaginando historias.

«Me di cuenta de que me estaban creciendo las pestañas por el eyeliner del ojo»

Cuando a esta fotógrafa coruñesa, que firma sus fotos como Alex F. Romero, le diagnosticaron cáncer de mama hace cuatro años pensó que el médico «se había equivocado de paciente».

-¿Qué pasa por la cabeza de una en esos momentos?

-En mi caso, y en primer lugar, fue la incredulidad. Yo siempre he hecho ejercicio, soy deportista, no bebo, no fumo... La primera vez que lo escuché pensé que el doctor se había equivocado. Luego sientes rabia, mucha impotencia y dolor. Más que por ti misma, por la gente que te quiere.

-¿Porque ven que sufre?

-Sí. Yo creo que, si esto le hubiese pasado a mis padres, lo pasaría muchísimo peor.

-¿Ya se ha curado?

-Sigo a tratamiento. De hecho, si de repente ve que me ilumino, es normal. Me tuve que inducir una menopausia y, a veces, me dan sofocos. Pero que todo sea eso.

-¿Que se «ilumina»? Pues si que tiene sentido del humor.

-Sí, ja, ja... Y me di cuenta de que me estaban creciendo de nuevo las pestañas cuando vi que el eyeliner ya no me entraba en el ojo. Hasta ese momento iba para todos los lados. [Risas]

-Y cree en las fotos que curan.

-Sí, creo en el poder terapéutico de los retratos. Yo me vi retratada y me vi bonita y eso me ayudó. Es lo que a mí me ha pasado.

-¿Cómo tienen que hacer las protagonistas de estas historias para apuntarse a su proyecto?

-Pueden llamarnos a este número de teléfono: 679 286 406.