La coruñesa afincada en Bastiagueiro combina su trabajo docente con trabajos en el audiovisual, en películas como A Esmorga
08 mar 2015 . Actualizado a las 17:40 h.«
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[maría ballesteros]
e pequeña todo el mundo la recuerda maquillando a sus amigas, pero su salto al mundo del audiovisual fue para ella misma una venturosa sorpresa que la ha llevado a trabajar en las últimas décadas con los rostros más populares del cine gallego y español. Los más recientes trabajos en los que Susana Veira (A Coruña, 1969) ha estado metida han sido A Esmorga y Hotel Almirante, rodada a finales del año pasado.
-¿Cómo fue ese arranque del audiovisual?
-Coincidió con el bum de la Escuela de Imagen y Sonido y lo recuerdo como un mundo de locos. Pasábamos horas y horas, noches haciendo cortos, 36 horas seguidas... Nos dieron una cámara y un guion y estábamos intentando hacer lo que podíamos.
-¿Cómo es eso de maquillar para el audiovisual? ¿En qué se diferencia del estético?
-En uno buscas belleza. En el audiovisual puedes buscar belleza, fealdad, un efecto especial... La diferencia es que tú estás ahí para mantener un trabajo y ese trabajo lo va a ver un montón de gente en un formato determinado. Maquillas por la mañana y luego está allí las doce horas no solo retocando, sino mirando en el monitor que lo que estés viendo es lo que quiere el director, lo que quieres tú, lo que quiere el actor... A veces tienes que sacar brillos, poner sudor, a veces tienes que... hasta me han pedido poner caspa y legañas.
-¿Le llena más el audiovisual?
-Me gusta la docencia, pero el gusanillo que sientes cuando te ofrecen un proyecto audiovisual... A mí me gusta muchísimo maquillar, pero me encanta prepararlo: pensar los personajes, decidir con el director, qué actor va a hacer cada personaje... Me gusta mucho esa parte. No es lo más importante, pero es el 50 %.
-Mucho trabajo previo...
-Me preguntan muchas veces: ¿tú te lees el guion? Me lo leo, lo desgloso por secuencias, cada personaje... Tienes que ponerle lo mismo al actor, si se va degradando el personaje... Mil cosas.
-La relación con el actor o actriz es muy estrecha, ¿no?
-Sí, eras la primera persona a la que ven por la mañana. Realmente su físico y su cara son su carta de presentación y tú eres la persona que les va a ayudar en eso. Así que cuanto mejor te lleves, mejor.
-¿Aguantan ustedes mucho?
-Normalmente no hay problema, pero a veces sufren porque en vez de ir guapas tienen que ir feas. Y lo saben, saben que es así, y lo siguen sufriendo. A veces sí que tenemos ese tira y afloja de «no me pongas tan fea, no me pongas tanta ojera...». Pero es lo que necesita el personaje en ese momento, y ni siquiera lo decides tú.
-¿Qué es lo que marca la diferencia para ser un buen profesional?
-Es una mezcla. No es solo tener mano para maquillar, sino saber trabajar en equipo, tener buenas relaciones laborales, porque es un trabajo muy de personas... Estás creando un personaje, pero sobre una persona que también decide, que es el actor, y con las decisiones de un director, con lo que tú crees que es lo ideal...
-¿Y en lo que es puramente el maquillaje?
-Quizá adecuar a cada personaje en cada actor, darle la presencia.
-En el maquillaje estético, ¿qué es más agradecido, maquillar a alguien guapo o feo?
-A una cara bella siempre es más fácil sacarle partido, dejarla guapa. Ahora, cuando consigues dejar guapo a alguien que no es tan guapo, yo creo que es más agradecido. Cuando consigues que alguien de la calle, se vea y diga: nunca me había visto tan guapa. Y sin disfrazarla, sin necesidad de maquillarla muchísimo.
-En formación o automaquillaje, ¿qué busca la gente?
-La gente lo que quiere es verse guapa sin estar disfrazada y sin demasiado esfuerzo, sin tener que estar una hora delante del espejo. Aprender a sacarse partido. La cara es como un lienzo. Si sabes dibujar muy bien, pero te dan un lienzo sucio y manchado, probablemente el dibujo que hagas no va a lucir. Así que si tú aprendes a preparar una piel, a tapar cuatro o cinco defectos que tengas y sobre eso poner buena cara... Simplemente con esas cuatro correcciones la gente ya se ve diferente. No es aprender a maquillarse todos los días como para los Oscar.
-¿Cuál es su truco infalible?
-Depende, pero el infalible es que menos es más. Siempre.
-Usted tampoco se maquilla mucho. ¿En casa de herrero...?
-No. Me gusta ponerme buena cara, pero las bases de maquillaje que se usaban antes ya no se usan. El tapar la piel. Al estar trabajando, tendría que estar más preocupada yo de estar bien en el espejo que de lo que estoy haciendo. Es como tener que estar siempre perfecta.
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Susana Veira
Maquilladora
Susana Veira lleva años afincada en Oleiros