La calle en la que amanece a las dos de la tarde

A CORUÑA CIUDAD

16 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La calle Pintor Joaquín Vaamonde no mide ni cien metros. Es pequeña, céntrica y el metro cuadrado de sus pisos es de los más caros de la ciudad, pues está en medio de la plaza de Vigo y de Juan Flórez. Pero tiene un problema. Sus vecinos ya no presumen de vivir en una zona privilegiada, sino castigada por la presencia de dos after-hours . Abren de cinco de la madrugada a dos de la tarde, y en esas horas puede ocurrir cualquier cosa, «desde que te destrocen el coche, una pelea, un atraco o consumo de droga en mitad de la vía», según cuenta Gerardo Crespo, el representante vecinal que hace semana y media puso esta calle en los telediarios nacionales al anunciar la creación de patrullas ciudadanas. Nunca pensó en llegar a tanto, buscaba hacer ruido, pero su apuesta resultó. Desde entonces, la policía no sale de allí.

También es cierto que tampoco han logrado sacar de allí a los clientes más ruidosos y conflictivos de unos establecimientos que cuentan con licencia de cafetería. Los locales siguen funcionando, solo que ahora los que entran y salen es muy fácil que se encuentren con un coche patrulla de la policía.

A los vecinos no les llega con eso. Quieren cerrar los dos negocios que quedan. Uno ya lo clausuraron hace unos meses, después de que una comunidad de vecinos presentase decenas de denuncias contra él en el Ayuntamiento.

Hostelería

No solo afecta a los vecinos de la zona, también al resto de negocios. La gran mayoría de sus dueños han retrasado el horario de apertura para evitar coincidir con la salida de los clientes de los after . «Son todo problemas. A veces, entran completamente borrachos a armar jaleo, cuando no les da por meterse con los clientes o incluso robarles», alerta uno de los hosteleros de la cercana plaza de Vigo. Por eso, de jueves a domingo no abre hasta las once de la mañana.

Los vecinos se quejan de que en su calle, durante los fines de semana, siempre amanece con algún suceso. Raro es el día en que la policía no tenga que acudir para sofocar una pelea. De hecho, en los últimos años se produjeron numerosos altercados. Fueron tantos los sucesos que esta pequeña calle se ha convertido en una de las que más delitos registra en A Coruña. «No todos los clientes son delincuentes, pero sí que muchos de los delincuentes de la ciudad terminan la noche aquí», denuncia un residente.