La Marea no quiere tratos con Gelo

Eduardo Eiroa Millares
E. EIROA A CORUÑA / LA VOZ

CARRAL

CESAR QUIAN

Rechaza un frente común para tratar de arrebatar la Diputación al PP

10 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Quién sabe si dentro de poco más de mes y medio el PP no le acaba dando las gracias a la Marea por el paso dado ayer a última hora al rechazar formar un frente común con las asambleas ciudadanas de Cambre y Carral y con Alternativa dos Veciños de Oleiros para asaltar la Diputación. El bloque de partidos se presentó ayer por la mañana en la Casa Charry, en Oleiros, con su alcalde, Ángel García Seoane, sentado a la mesa con dos representantes de la asamblea de Cambre y otros dos de la de Carral. Entonces se expuso el deseo del grupo: sumar esas fuerzas, también las de Culleredo, y animar a la Marea a dar el paso y unirse bajo un paraguas que técnicamente solo tenía un fin: el de que facilitar la elección de diputados provinciales bajo una unión de partidos que, por lo demás, conservaban totalmente su independencia.

Por la mañana García Seoane hacía sus cuentas con la Marea de A Coruña y le salían. Con ella esperaba con holgura llegar a tres diputados, cifra que, según sus cálculos, servía para apartar al PP de la mayoría absoluta.

«A confluencia é o único vehículo para chegar á Deputación», decía entonces Antonio Bruquetas, de la formación de Cambre. «A nosa candidatura é para abrir o Concello aos veciños, e queremos o mesmo concepto na Deputación», apuntaba por su parte Fiz Gómez, de la asamblea de Carral, y hasta hace poco miembro del BNG, aunque fue calificado como un «tránsfuga» por esa formación después de haber pasado por Compromiso y Anova y, pese a todo, haber cogido el acta de concejal todavía por el BNG.

Por la mañana las tres fuerzas anunciaban que esa misma tarde habían quedado con representantes de la Marea. El problema es que los contactos empezaron mal. Desde la Marea aseguraron que habían sido convocado con 24 horas de antelación y que ellos no trabajan así. «A Marea representa unha nova forma de facer política que non encaixa coas negociacións exprés nin a interlocución de última hora», dicen.

Portavoces de la Marea se reunieron ayer por la tarde con enviados de Carral y Cambre y de noche, explican desde la formación coruñesa, en asamblea decidieron concurrir en solitario.

Es más, desde la formación aseguran que el pasado 31 de marzo enviaron sendas cartas a sus colegas de Carral y Cambre hablaron precisamente sobre una posible confluencia y que todavía no han recibido respuesta. La Marea recuerda que, en cuanto a la Diputación, su postura es pública y crítica con ese órgano, sin renunciar a participar en él para tratar de cambiarlo.

Más allá de las cuitas formales, de fondo lo que subyace a la decisión de ayer es una negativa de la Marea a unir sus fuerzas a las de García Seoane. El alcalde de Oleiros aseguró que no tenía interés personal alguno en la Diputación y que entendía que el nuevo partido coruñés nombrase allí su representante. Su única intención era acabar, dijo, con el reparto arbitrario de fondos públicos. La Marea, que en su nacimiento abrió sus puertas a que se integrasen en ella todos cuantos quisieran hacerlo, decidió finalmente cerrarlas a la nueva experiencia política promovida, entre otros, por García Seoane. «As deputacións teñen que desaparecer, e mentres non o fagan haberá que tomalas por asalto», dijo. En ese asalto, por ahora, estará bastante solo, pues la Marea prefiere hacer la guerra por su cuenta. Al final, el resultado de la maniobra podría acabar beneficiando al PP y dejando fuera a los nuevos aspirantes. «O importante é deixar as caralladas a un lado e confluír nun fin», decía García Seoane. Al parecer, al final no fue posible apartarlas.

Votos comprados

Por otra parte, el alcalde de Oleiros aseguró ayer que la Diputación estaba ofreciendo a asociaciones de su municipio diversas ayudas en lo calificó como un intento de «comprar o voto» y apuntó que la candidata del PP por el municipio, Tristana Moraleja, «ten moita vinculación co presidente da Deputación», Diego Calvo, a quien calificó como «príncipe da provincia» a quien hay que ir «a render respectos e a dobrar o xeonllo», pero que «non chega a categoría de rei, porque ese é outro que está na Coruña», dijo en alusión a Negreira.