Los ladrones que se llevaron una máquina de tabaco del bar O Campés de O Temple, en Cambre, no hicieron un trabajo «fino». De hecho, los daños que ocasionaron en el local de hostelería han sido mucho más cuantiosos que el botín que lograron llevarse, unos 1.000 euros en total. El dueño explica que, por suerte, el seguro se hará cargo de todo, aunque nada compensará el hecho de perder clientela por tener que mantener cerrado el bar durante todo un día.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo al lunes, aunque nadie puede concretar la hora. Los ladrones seccionaron con una cizalla la verja del bar y, después, accedieron al local forzando la puerta posiblemente con una pata de cabra. Una vez dentro, recopilaron todo el dinero que encontraron. No se llevaron mucho más. Tan solo una caja de plástico «con dos tonterías» y... la máquina expendedora de tabaco.
Los dueños del bar no se explican cómo nadie pudo oír algo ni se dio cuenta del robo, ya que la carretera entre O Temple y A Barcala es muy concurrida. «Es difícil controlar este tipo de robos y en un bar poco se pueden llevar, pero es más la molestia que causa que el valor de lo que se llevan», explicó el responsable del establecimiento, que ayer mismo puso una denuncia por lo ocurrido en la Guardia Civil de Cambre.