Los padres critican el exceso de explicaciones y las escasas disculpas

m. b. LA VOZ

CAMBRE

02 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

la empresa Col-Servicol trabaja con lo que para muchos padres es lo más sagrado: la comida de sus hijos. Darle de comer a la prole es la razón que se ha esgrimido infinidad de veces para explicar o justificar tantos comportamientos y cuando ese mandamiento no se cumple por razones externas lo que esperan las familias son disculpas. «Todos son balones fuera», se quejaba una madre durante la reunión.

Los representantes de la adjudicataria tardaron mucho en pedirlas ayer y, en cambio, se extendieron en justificar por qué el servicio no se prestó bien durante las tres primeras semanas de curso, en negar en ocasiones las afirmaciones de los padres y en explicar cuestiones básicas del servicio como la diferencia entre la línea fría que ahora se utiliza y la anterior línea caliente.

Tras el chaparrón de críticas que escucharon de los padres, al final de la reunión les llegó el paraguas del concejal de Educación de Cambre, Jesús Bao, que les exigió públicamente «que se pongan las pilas», pero que reconoció el gran esfuerzo que la concesionaria está haciendo para solucionar los problemas en el servicio, que atribuyó también al retraso en la Xunta en resolver la contratación. Bao aseguró que el Concello de Cambre está «presionando mucho» a la empresa y demandó celeridad: «La situación tiene que revertirse ya».