Se inauguró el 23 de junio de 1997 y supuso una solución para los interminables atascos que se producían en la época estival
23 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.A la una de la tarde del 23 de junio de 1997 se inauguraba oficialmente el tramo de la AP-9 entre Guísamo y Miño, lo que permitía evitar el paso por el puente de O Pedrido. Con una longitud de más de diez kilómetros y una inversión en su construcción de cerca de 10.000 millones de las pesetas de entonces, este tramo estaba llamado a ser la solución a los interminables atascos que se producían en O Pedrido, sobre todo en época estival, a la vuelta de las playas. Llamaba entonces la atención el viaducto sobre la ría de Betanzos, de más de un kilómetro de longitud. Pero la obra, como suele suceder con los trabajos de envergadura, no estuvo exenta de polémica, ya que los vecinos de Bañobre protestaron por el relleno de tierras que, afirmaban, implicaba un importante daño ecológico. A estos se sumaron también los de Ponte do Porco por el sistema utilizado para construir el viaducto del Lambre, cuyo proyecto original, según decían, había sido modificado por la empresa constructora.