Las otras enfermedades del invierno

BETANZOS

ABARROTA los centros de salud y también rasca el bolsillo de los pacientes. Las ventas de antigripales se han disparado en las farmacias gallegas este invierno. No cabe duda de que la gripe es la protagonista estos días en las consultas, pero el espectro de dolencias típicas de los días fríos abarca una gama más amplia de patologías. Estas son las principales a tener en cuenta.

22 ene 2017 . Actualizado a las 13:59 h.

No son exclusivas de ninguna estación pero lo cierto es que en invierno hay dolencias que parecen ya estacionales. El tiempo seco y, por otro lado, atípico que está viviendo Galicia no ayuda. «El pico de gripe que se preveía para febrero se ha adelantado casi un mes», resalta el médico Antonio Asensi Pernas. El facultativo de atención primaria en el ambulatorio de Betanzos no para de recibir cada día en su consulta a pacientes aquejados con síntomas de gripe y resfriado. La ausencia de humedad favorece que las partículas que portan el virus gripal perduren más en el ambiente y que también se propaguen más fácilmente. Sin embargo, el abanico de dolencias respiratorias que se suceden en la temporada de invierno es más amplio. «Empezando por la parte superior de la cabeza, los oídos, hasta los pulmones, podemos enumerar varias», apunta.

Otitis, rinosinusitis, faringitis, laringitis, amigdalitis, bronquitis y neumonía son las más importantes. Todas son infecciones que derivan en una inflamación de los tejidos y cuya causa, en la mayoría de las ocasiones, es vírica. «Aunque es algo básico, hay que recordar que los virus no se curan con antibióticos», subraya Asensi, recordando la campaña que intenta evitar el abuso de este tipo de medicamentos y sus consecuencias. A su juicio, estos fármacos se recetan más de lo debido. «En caso de duda en un paciente que se presenta con anginas, hay que realizar un frotis del exudado amigdalar para descartar un origen bacteriano. Esta prueba, a través de un cultivo, no lleva más de unos minutos y es esencial para detectar si hay o no estreptococo», explica.

El médico también recomienda no abusar de analgésicos gastrolesivos. ¿Hay alguna forma de prevenir estas enfermedades respiratorias? «El sentido común. No exponerse al frío y evitar cambios bruscos de temperatura. Una alimentación equilibrada y beber líquidos abundantemente también ayuda. La vitamina C tiene, por ejemplo, efectos positivos sobre la mucosa respiratoria. Hay que lavarse las manos frecuentemente y taparse la boca en caso de estornudo con el antebrazo», advierte Asensi.

OTITIS

SÍNTOMAS: Dolor de oído con posibles secreciones por una inflamación del mismo o de sus tejidos. Aunque afecta a adultos, es más frecuente en niños.

A QUÉ ES DEBIDO: En la mayoría de los casos tiene un origen vírico. En una otitis media-aguda pueden coexistir a veces una infección vírica con otra bacteriana.

RECOMENDACIONES: El diagnóstico se obtiene tras una exploración otoscópica y una revisión del historial clínico. Se determina la causa y el grado de la dolencia. Dado que la mayoría son de origen vírico, hasta un 90% de las otitis tienen un tratamiento sintomático. Se tratan con cualquier analgésico antitérmico, como paracetamol o ibuprofeno. El antibiótico no debe prescribirse de forma rutinaria. Se recetan antibióticos de inicio en el caso de una otitis media-aguda en niños, a los que les puede perforar el oído.

BRONQUITIS

SÍNTOMAS: Tos, fiebre, dolor en el pecho y mucosidad. Los esputos purulentos indican infección bacteriana pero, no por ello hay que tratarla con antibiótico.

A QUÉ ES DEBIDO: El 90% de las bronquitis agudas tienen su origen en un virus. El diagnóstico se determina tras una auscultación junto a la revisión del historial clínico.

RECOMENDACIONES: La inflamación de los conductos que llevan aire a los pulmones es muy frecuente en esta época y muchas veces aparece después de una gripe o de un resfriado. Al ser la mayoría de origen vírico tienen un tratamiento sintomático. Los antibióticos deben recetarse en caso de pacientes de avanzada edad, con las defensas bajas, es decir, inmunodeprimidos, o con una patología cardiovascular asociada. En estos casos no se puede esperar a que la enfermad evolucione y se cure por sí misma ya que pueden surgir complicaciones.

FARINGITIS

SÍNTOMAS: Inflamación de la mucosa que reviste la faringe. Se manifiesta con dolor de cabeza, fiebre, odinofagia y disfagia (dolor y dificultad para tragar).

A QUÉ ES DEBIDO: Hasta un 50% son de origen viral. En la práctica, sin embargo, «se receta como si fueran de origen bacteriano». El 60% de los adultos recibe antibiótico.

RECOMENDACIONES: Si hay dudas sobre su origen, se debe realizar un frotis, un cultivo del exudado faríngeo para determinar si hay o no estreptotoco. Una fiebre muy alta, exudado amigdalar o adenopatía cervical son los síntomas. Si no hay antígenos de la bacteria, paracetamol o ibuprofeno para suavizar el dolor y bajar la fiebre. «Si a las 72 horas no disminuye, se suele tratar entonces con antibióticos».

LARINGITIS

SÍNTOMAS: Patología más frecuente en la infancia. Cuando es aguda y viral produce el conocido como cuadro Crup en los niños: fiebre, afonía y tos seca.

A QUÉ ES DEBIDO: Puede tener origen vírico o bacteriano, el primero es el más frecuente. El diagnóstico se obtiene tras una exploración física y supervisión del historial clínico.

RECOMENDACIONES: La infección de la laringe y las cuerdas vocales se trata con analgésicos antitérmicos acompañados de una buena hidratación, bebiendo mucho líquido, y de reposo de la voz. En el caso de recurrir a los antibióticos de inicio, «en los niños es necesaria la valoración del pediatra porque pueden ser necesarios procesos específicos como nebulizaciones con tratamiento corticoideo».

 NEUMONÍA

SÍNTOMAS: Fiebre alta con subidas bruscas de la temperatura corporal, escalofríos, tos con expectoración (expulsión de flemas) y dolor torácico al respirar.

A QUÉ ES DEBIDO: La inflamación de los pulmones puede tener una causa vírica o bacteriana (excluimos las neumonías nosocomiales, dentro del entorno hospitalario).

RECOMENDACIONES: Hay factores de riesgo que pueden predisponer a una neumonía: personas de edad avanzada, fumadores, inmunodeprimidos, o personas con enfermedades crónicas o desnutrición. Existe una escala, la conocida como FINE, para evaluarla. El diagnóstico se obtiene tras una auscultación, comprobación del historial clínico y pruebas complementarias de radiología. El 70% de los casos se trata en el ambulatorio, el resto se deriva a un centro hospitalario. La mayoría de las neumonías son causadas por una bacteria por lo que se curan con antibióticos. Todo paciente diagnosticado debe volver a ser evaluado entre las 48 y 72 horas siguientes para ver cómo evoluciona. 

RINOSINUSITIS

SÍNTOMAS: Dolor facial, especialmente en los senos maxilares (la parte de la cara que rodea la nariz). Malestar general, obstrucción nasal y exudados.

A QUÉ ES DEBIDO: En el 90% de los casos tiene un origen vírico, aunque también puede generarse por la presencia de una bacteria.

RECOMENDACIONES: El diagnóstico es clínico, a través de exploración, y no necesita pruebas complementarias como radiografías. El tratamiento de la inflamación de la mucosa nasal y los senos paranasales varía en función de si tiene un origen bacteriano, se combate con antibióticos, o viral. En este último caso se recurre a una medicación sintomática, a base de analgésicos, antiestamínicos y descongestionantes. Muchas veces la rinosinusitis aguda viene precedida de un catarro que se complica y deriva en una infección bacteriana que hay que tratar, por tanto, con antibióticos.