Abarrote en los cursos de cocina infantiles

BETANZOS

eduardo pérez

Mayte Fernández imparte unas clases cuyas plazas se agotan en cuestión de minutos

11 oct 2016 . Actualizado a las 11:31 h.

Si usted quiere apuntar a su hijo a un curso de cocina lo más seguro es que cuando llamen les digan «las plazas están agotadas. Inténtelo en la próxima convocatoria». Los programas-concurso de televisión calaron en los chavales y en sus familias. «Hay una fiebre y llama la atención que tengo más alumnos que alumnas. Y también es muy significativo que vienen los padres a interesarse. Cambió todo muchísimo en poco tiempo», comenta Mayte Fernández, monitora de varios de esos cursos o talleres que se celebran en distintos puntos de la ciudad organizados por entidades públicas y privadas. Por ejemplo, para uno del sábado que viene en San Agustín no hay plazas y para el siguiente sábado en el mercado de Elviña tampoco. «Y creo que para el de Monte Alto tampoco hay sitio», apunta Mayte. Y, si vamos más lejos en el tiempo, para la actividad los Pequechefs de Samaín en Afundación apenas quedan butacas libres. Ahí tienen a Mayte en la sede de la Fundación María José Jove donde ayer por la tarde dio clases a niños de seis años en adelante, algunos con una discapacidad que no fue ningún obstáculo para que los platos les saliesen fenomenal. «Media hora después de abrirse el plazo ya estaban las plaza agotadas», destaca. Ya ven, hay abarrote en los cursos de cocina infantiles.

Pasión por la bici

José Fresco, director general del grupo La Fuga, me cuenta que las bicicletas de montaña eléctricas cada vez tienen más aceptación. «Haces ejercicio y te permiten ir con un grupo de amigos y no quedar descolgado». Días atrás organizó la denominada Experiencia Orbea en sus instalaciones de 800 metros cuadrados situadas en el edificio de Jesús Babío en Perillo, el paraíso para los que sienten pasión por el ciclismo en cualquiera de sus modalidades. A la cita acudió Gonzalo García de Salazar, director global de la citada marca, y algunos afortunados pudieron probar un modelo de carretera y otro eléctrico en compañía de un ciclista profesional, Ibon Zugasti. Una jornada sobre ruedas.

Blanco y legítimo

A golpe de lunes y bien tempranito una selección de los mejores sumilleres de A Coruña cataron 14 vinos. En concreto los de las Indicaciones Geográficas Protegidas Betanzos, Barbanza e Iria y los de la comarca de Negueira de Muñiz «todos con un nexo común de la variedad ancestral branco lexítimo», apunta Luis Paadín, director de la Guía de Vinos y Destilados de Galicia y responsable de la cata que tuvo lugar en el Concello de Paderne. El propio alcalde de la localidad, César Longo, que promueve una feria cada verano con este vino como referencia, también acudió a la cita. «Se cataron doce de la cosecha del 2015 y dos de la del 2014 y el veredicto unánime es el de la progresión en la calidad de estos vinos», asegura Paadín, que resume lo que le comentaron los otros expertos: Manuel Otero, del Bido; Manuel Casal, de A Cabana de Fiobre; Juan Dorado, de El Refugio de Oleiros; Juan Pedro García, del Miga; Pablo Vázquez, de A Estación de Cambre; Alejandro Paadín, del Alborada, y Pedro Vázquez, del Mesón de Herves.