Fracasa el festival automovilístico

Por Xosé Alfeirán

BETANZOS

alberto martí villardefrancos

En el año 1906 pretendían hacer carreras de motocicletas, de turismos y de canoas-automóviles

15 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Se les calentó la cabeza. Coincidiendo con las fiestas de agosto de 1906, el Nuevo Club coruñés se proponía realizar una carrera de automóviles. Inicialmente, la idea aprobada en marzo de ese año constaba de un doble circuito: los coches de menor potencia harían el trayecto de A Pasaxe hasta O Burgo, recorriendo ambos lados de la ría, y los de mayor potencia, la ruta, ida y vuelta, desde A Pasaxe hasta A Angustia, en Betanzos. Lo que se pretendía hacer era un espectáculo para diversión de automovilistas y público.

En 1906 eran pocos los automóviles particulares que había en A Coruña: su número ascendía, según el semanario Coruña Moderna, a unos cuarenta y tantos. Pero por la prensa local también sabemos que en la ciudad se podían ver autos de los mejores de España y que en relación a su población e importancia era una de las que más coches tenía. Por su elevado precio, solo los poseían personas influyentes, pertenecientes a familias adineradas de la burguesía y la aristocracia coruñesa, que solían adquirir directamente en París los modelos más modernos y lujosos de Mercedes, Daimler, Mors, Dion-Bouton, Gillet-Forest, Gladiator y Renault; destacaban sobre los demás el Mercedes de 40 caballos, de color amaranto, del acaudalado propietario Julio González, y el veloz Mors blanco de Leonardo Rodríguez. Todos eran unos entusiastas del automovilismo y apoyaron la celebración de la carrera.

La comisión gestora, encabezada por el médico Francisco Aznar, director del Hospital de Caridad, contactó con el ministro de Fomento que se mostró favorable, siempre que fuese una carrera de aficionados y se garantizase la seguridad del público. También buscó asesoramiento en Madrid y lo encontró en el redactor deportivo del Heraldo, Luis Zozaya. Este les alteró los planes. El 18 de mayo se reunió en A Coruña con la directiva del Nuevo Club y, tras ver el terreno, les desaconsejó los circuitos que tenían previstos, por cortos para los coches y peligrosos para el público. Al mismo tiempo les propuso un nuevo plan con tres pruebas en las que se realzaban los aspectos competitivos. Podían realizar una carrera de motocicletas de 90 kilómetros, dando 12 vueltas al trayecto A Pasaxe-O Burgo.

Vuelta a Galicia

Mientras, los automóviles podrían hacer un concurso internacional de turismos con un circuito de 573 kilómetros, dando la vuelta a Galicia; constaría de tres etapas: Coruña-Lugo-Ourense, Ourense-Tui-Vigo y Vigo-Santiago-Coruña, y se realizarían, por categorías, pruebas de velocidad, en llano y en cuesta, y de regularidad y consumo de gasolina. Por último, podían celebrar en la bahía una regata de canoas-automóviles que sería la primera que se haría en España.

La nueva propuesta gustó a la directiva, pero no fue bien recibida. Los socios y automovilistas coruñeses consideraron que se privaba a la gente de disfrutar, en un paraje cercano, de un festejo que debía servir de estímulo a los aficionados y de recreo público. Ante las críticas y las dificultades de coste, el 19 de mayo el Nuevo Club decidió suspender las que podrían haber sido primeras carreras de Galicia.

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