En 1931 el ministro socialista Largo Caballero decretó la fiesta oficial que en la ciudad se celebró como nunca antes
02 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Fue festivo. Era la primera vez que ocurría en España. Y la gente lo celebró como nunca se había celebrado. El Gobierno de la recién proclamada II República, a propuesta del ministro socialista Largo Caballero, había decretado que fuese fiesta oficial el Primero de Mayo de 1931. Con esta disposición la República quería formalizar su compromiso con el establecimiento de la jornada laboral de 8 horas por día y de 48 horas por semana y su intención de ratificar el Convenio de Washington de 1919 que recogía, bajo amparo de la Sociedad de Naciones, la puesta en práctica internacional de estas medidas.
Ese día fue viernes y se transformó en domingo. Miles de personas en todo el país salieron a las calles. En algunos lugares hubo manifestaciones multitudinarias: 200.000 personas en Madrid, 40.000 en Zaragoza, 30.000 en Bilbao y Vigo, 25.000 en Córdoba, según cálculos de la prensa de la época.
En otros lugares hubo mítines atestados de público. En todas partes el paro fue general y la gente aprovechó para pasear o ir al campo. Hacía buen tiempo. Solo hubo dos incidentes graves con enfrentamientos a tiros, en Barcelona entre anarquistas, comunistas y agentes, y en Bilbao entre comunistas y guardias de Seguridad.
En A Coruña la Fiesta del Trabajo de 1931 se solemnizó con un paro absoluto. Los sindicatos obreros habían acordado suspender el trabajo en todos aquellos servicios que no fuesen de absoluta necesidad. También la Cámara de Comercio acordó aconsejar a los comerciantes que no abriesen sus establecimientos.
Bares y cafés, en paro
Aquel Primero de Mayo solo trabajaron los trenes, las panaderías, los teatros y los cines. No hubo ni prensa, ni tranvías, ni taxis? ¡Hasta los cafés y bares pararon! A pesar del cierre general, la gente se echó a calles y jardines que estuvieron muy concurridos. Millares de personas llevaron en sus solapas lacitos tricolores que les fueron colocados por mujeres voluntarias a cambio de un donativo para poder regalar banderas republicanas a los regimientos militares de la ciudad.
A las 11.30 de la mañana la Agrupación Socialista coruñesa celebró un mitin en su local social de la calle Juan Flórez 166. En él, con numerosa asistencia de afiliados a la UGT, se aprobaron diferentes peticiones que enviaron al Gobierno: derecho de voto para mayores de 21 años, tomar medidas contra la crisis de trabajo, construcción de casas baratas, implantación de seguros sociales, creación de escuelas?.
Al mediodía, convocada por el Ayuntamiento, salió de la plaza de María Pita una manifestación cívica que, presidida por las autoridades locales y con la participación de cientos de personas, se dirigió hacia el cementerio civil de San Amaro. Allí homenajearon la memoria de todos aquellos que habían luchado por la libertad y la democracia y depositaron flores en sus tumbas, haciendo lo mismo ante la cruz de los olvidados en el cementerio católico.
Durante toda la jornada, muchas familias salieron al campo, merendando en la Granja Agrícola o en Betanzos. Al anochecer seguía la animación. Fue una jornada extraordinaria.
Historias con Historia
Ese día solo hubo dos incidentes graves, con enfrentamientos a tiros, en Bilbao y Barcelona
Millares de personas lucían lazos tricolores por los que donaban una ayuda para comprar banderas