Uno de los miembros de la familia había recibido amenazas hace dos semanas
10 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.A las cinco de la mañana, los miembros de la familia de José Manuel Gómez salieron de la cama de forma apresurada ante los ruidos y el olor a gasolina que impregnaba la casa. Ocurrió en la madrugada del lunes al martes, muy cerca del centro de Oza dos Ríos, en una vivienda ubicada junto al campo de fútbol. El fuego fue intencionado y, a mayores, las ruedas de los tres vehículos de la casa aparecieron pinchadas. Precisamente esos reventones de neumáticos fueron los que, presumiblemente, despertaron a la mujer de José Manuel. «Logo ela espertoume a min, e cando saín ao corredor apestaba a gasolina, collín moito medo porque non sabía onde estaba o lume». Y el fuego estaba concretamente en el galpón de la vivienda, donde se habían vaciado previamente unos bidones de gasoil. Gracias a la rápida reacción, José Manuel y su hijo pudieron extinguir las llamas con unas mangueras después de avisar a los bomberos de Betanzos, quienes llegaron a personarse en el lugar y tomaron muestras de lo ocurrido.
«Penso que cando me levantei aínda estaban aquí os que o fixeron», sentencia el dueño de la vivienda, quien asegura no tener sospechas de nadie. «Só pido que nos deixen tranquilos dunha vez», espeta. Porque el de ayer es el segundo ataque en los últimos quince días. Hace dos semanas, un vehículo se cruzó de forma violenta ante el de su hijo para verter amenazas, entre ellas, las de quemar la casa familiar. «Non temos nin idea de quen pode estar detrás», insiste José Manuel, quien ayer por la mañana acudió al cuartel de la Guardia Civil de Betanzos para presentar una denuncia.
Por su parte, el alcalde de Oza-Cesuras, Pablo González Cacheiro, avanzó que remitirá una carta al subdelegado del Gobierno solicitando vigilancia en la zona para garantizar la seguridad de esta familia.