Descubren unos restos que atribuyen al castro de Untia de Betanzos

Toni Silva BETANZOS / LA VOZ

BETANZOS

Los arqueólogos han recogido pequeñas piezas de cerámica castrexa y han identificado un foso que interpretan como la línea externa del poblado

29 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El castro de Untia podría haber aflorado a la superficie. No son conclusiones definitivas, pero sí una hipótesis muy sólida en la que está trabajando un equipo de arqueólogos. El descubrimiento se ha producido recientemente en el número 8 de la rúa do Castro, la calle que sube hacia la vieja casa consistorial.

Allí, las obras de un empresario que está construyendo un hotel en este transitado punto del casco histórico de Betanzos se tropezaron con unos restos de cerámica castrexa que hicieron saltar las alarmas. Fue en el subsuelo de esta finca donde asomaron unas pequeñas piezas, así como un foso de protección que circunvalaría la croa del castro, sobre el que se asienta el núcleo del actual casco histórico.

La cerámica está actualmente custodiada por los arqueólogos contratados para esta sensible operación, que ha agitado a los técnicos municipales implicados ya que, de confirmarse, estarían ante un hallazgo de especial importancia por su vinculo con la documentación del castro de Untia.

«Sería a primeira vez no estudo da historia de Betanzos que se pode comprobar de forma experimental a existencia do castro que nomea a documentación escrita Castro de Unta ou Untia, o que abre novas hipóteses de traballo», explica la arqueóloga municipal.

Las obras han necesitado de apuntalamiento para consolidar los edificios colindantes, pero ni esa circunstancia ni los importantes hallazgos han paralizado los trabajos previstos por el promotor, que mantendrá su proyecto hotelero, aunque sí las ha ralentizado en las últimas semanas. «Cuando hay un hallazgo de este tipo la Administración tiene dos opciones, o hacer un control arqueológico o un sondeo, el segundo implica paralizar la obra, pero han optado por la primera», explica Ignacio Pedrosa, socio de Arqnova, empresa contratada en la dirección de la obra del edificio.

Desde las administraciones recalcan esta circunstancia: un proyecto de restauración de una casa en el casco histórico no es sinónimo de paralización por motivos arqueológicos. «Pretendemos conxugar a xestión patrimonial coa realización da obra e a documentación, conservación e exposición in situ dos restos», explica Ángeles del Palacio.

Consultado por este periódico, el alcalde de Betanzos, Ramón García, ratifica este argumento: «La obra prevista va a continuar, el hallazgo no ha perjudicado a nadie, todo lo contrario». «Es la primera vez que se descubre una zona de la parte superior del castro, y está siendo un ejemplo de colaboración entre las administraciones».

El Archivo Histórico Nacional de Madrid conserva el pergamino del traslado de la villa de Betanzos al castro de Untia, sancionado por Alfonso IX. Como la edificación pertenecía al monasterio de Sobrado dos Monxes, el monarca había establecido un intercambio de propiedades, a las que no se recomendaba oposición. «Si alguien osase actuar contra este hecho nuestro e intentase infringir esta nuestra carta de concesión incurra en la ira de Dios Todopoderoso y en la indignación regia», firmaba Alfonso IX desde Valencia en el año 1219.

El Museo das Mariñas albergará una nueva sala con las piezas donadas por Rafael Seoane

El Museo das Mariñas de Betanzos contará en breve con una nueva sala de exposición que mostrará la piezas arqueológicas donadas por Rafael Seoane de forma gratuita. «É un xesto que fai polo agarimo que Rafael ten a Betanzos e ao seu museo, ao que xa doara diversas pezas con anterioridade», explicó el alcalde, Ramón García.

Hace unos años, esta misma colección, formada por más de mil piezas, había sido ofrecida al Ayuntamiento a través de una operación de venta. Pero las conversaciones llevadas a cabo por el concejal de Cultura y el director del Museo «fixeron que ao final esta importante colección poida ser gozada dentro de pouco tempo por todos os galegos e, de forma especial, polos betanceiros, como así era e é a vontade de Rafael Seoane, sen custe algún para o Concello».

De todas las piezas de la colección destacan especialmente las procedentes de la orfebrería castrexa: dos torques de oro, uno de plata, dos brazaletes de otro, dos de plata y dos gárgolas o prendedores de oro.

«Pero hai moitas máis: ourivería calcolítica e da Idade de Bronce, celtibérica e romana, árabe, cerámica grega e romana, ourivería e cerámica prehispánica, pezas de pedra e de óso prehistóricas, pezas graníticas como un capitel tardorromano ou protovisigótico, unha áncora posiblemente romana, unha colección de sixilografía, moedas antigas, algunha de ouro, un relicario de pedrería, marfís...», relatan desde el Ayuntamiento de Betanzos. Rafael Seoane, abogado, se estableció en Betanzos y colaboró en varios números del Anuario Brigantino con trabajos vinculados especialmente con América. Coordinó el hermanamiento de Betanzos con el Betanzos de Bolivia, lo que le valió ser reconocido como «huésped ilustre» en el Departamento de Potosí. También ejerció de anticuario en la turística localidad portuguesa de Óvidos.