Feria de paraguas y plantas

Rodri García BETANZOS

BETANZOS

CÉSAR DELGADO

Crónica | El primero de mayo en Betanzos La multitudinaria celebración tuvo a la lluvia y a las flores como sus principales protagonistas junto a los comestibles

01 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

«Paraguas a 3 euros; paños de cocina a 2; paraguas a 3 euros...». Esto voceaba un vendedor durante la feria de ayer. Llovió en Betanzos durante casi toda la mañana (hasta el agua de la marea alta anegaba las marismas) y los avispados vendedores ofrecían lo que más necesitaban los numerosísimos de visitantes: Paraguas. A alguno hasta le servía para simular una pareja de baile y arrancarse con un pasodoble cuando en uno de los puestos de la plaza sonaba eso de «campanera jerezana, del barrio de la Merced, echa al vuelo tus campanas...». Y junto a los paraguas las plantas. «Aquí non se chama a feira das flores, como noutros sitios, pero véndense moitas plantas», explicaba un betanceiro. La cantidad de bandejas vacías que poco antes de las dos de la tarde podían verse en uno de los puestos le daba la razón. Cuatro plantas por tres euros, era una de las ofertas. «Estas son plantas carnívoras», explicaba uno de los curiosos a su acompañante, mientras tres personas trataban de atender a la clientela. En el puesto de al lado, las plantas se vendían por kilo, o eso parecía por las etiquetas de los precios que habían sido recicladas y por ello al final de las cifras ponía el consabido «por kilo». La oferta no era sólo de plantas ornamentales, sino de otras para cultivos, también muy abundantes, y que se mezclaban con los puestos de quesos y miel, los de ajos, tanto de la tierra como los procedentes de Extremadura e incluso los libros de viejo y cuadros: «Este é un chollo, señora; lo tenía ahí por 40 euros pero como tengo que irme...», razonaba ofreciendo un pequeño óleo. «¿A como me deixas as patacas?», preguntaba un paisano con sudadera caqui en cuya espalda se leía Aranga. «Si as levas todas a 1,90 o kilo, mira...». El posible comprador no le dejó terminar y ante el amago de destapar del todo la caja le espetó: «Deixa, non as molestes...» y siguió con paso cansino por la Rúa do Castro. Eran las dos y quizá ya tocaba ir a comer. Dicho vial era estrenado ayer por vendedores y compradores, puesto que fue reparado en las últimas semanas dentro de un plan de mejora de viales que ha puesto en marcha la concejalía del Casco Histórico, que lleva el concejal Javier López López. Desde ahora, esta calle, al igual que Pastelería, será peatonal, con unas horas de acceso para vehículos de carga y descarga. El acceso al casco histórico será por Porta da Vila hacia Rúa Nova.