Ya se pueden velar mascotas en Galicia

María cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

BERGONDO

PACO RODRÍGUEZ

Abre este jueves en Bergondo Galimascotas, el primer tanatorio de animales de la comunidad

02 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Lúa murió hace unos años en una clínica de A Coruña. Su dueña delegó en los veterinarios del centro la labor de llevar el cuerpo de esa gata a la incineradora. Le hubiera gustado estar presente para despedirla, pero en Galicia no había entonces ningún lugar en el que poder velar mascotas. Hoy ya no hubiera tenido ese problema. Esta tarde se inaugura en Bergondo Galimascotas, el primer tanatorio para animales de la comunidad. Galicia se suma de esa manera a la lista de lugares que ofrecen en España un servicio con cada vez más demanda.

Aunque los primeros cementerios de mascotas comenzaron a abrirse en el país en los años ochenta, el primer tanatorio para animales no lo hizo hasta el 2007. Fue en Murcia, imitando una tendencia que ya estaba asentada en varios países de Europa y Norteamérica. «Fue una idea que nos rondó porque en España no había nada parecido y había demanda», explica uno de los responsables de ese centro. Poco a poco fueron abriendo otros en Madrid, Asturias, Cantabria, País Vasco...

Más de ocho años después, Rosa Guerra ha hecho lo mismo en Galicia. Con gran experiencia en el sector, se dio cuenta que cada vez había más gente que, al igual que la dueña de Lúa, pedía a gritos poder dar un último adiós a ese animal con el que habían compartido su vida. «Lo que nos pasó es que comprobamos de que cada vez había más gente que preguntaba por el tema y quería que le entregaran de forma individual las cenizas de su animal», explica Rosa.

Para conservarlas, añade también, cuentan con una amplia variedad de urnas o incluso tienen unos colgantes de plata en los que poder llevarlas cerca del corazón. «Hay gente que acostumbra a pasear con su perro por un determinado lugar, pues quieren llevar sus cenizas allí. Otros prefieren tirarlas al mar. Como ocurre en el caso de los restos humanos, tenemos urnas para que puedan hacerlo», explica.

Sus servicios no quedan limitados a incinerar, también ofrecen salas para que la familia pueda pasar el duelo. «Los dueños de los animales pueden estar presentes o aguardar en una sala perfectamente acondicionada para ello», cuenta. Y aunque, a priori, todo el mundo piense en llevar allí a su perro o a su gato, hay lugar para cualquier mascota. Desde un hámster a un conejo.

Lograr abrir este centro no fue un camino de rosas. «Comenzamos con los trámites hace un año», recuerda. Hay concellos reticentes a esta actividad. Porque Galicia aún está muy lejos de otras comunidades en asuntos de mascotas. De hecho, la idea de un tanatorio para animales resulta una cuestión que aún sorprende. Pero es un servicio con un nicho de mercado al alza.