Piden 15 años para el acusado de secuestrar y torturar a un conocido

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

BERGONDO

El fiscal lo acusa de grabar a la víctima introduciéndose un martillo

26 may 2015 . Actualizado a las 07:40 h.

A la víctima le hicieron de todo y a día de hoy nadie entiende las razones. Fueron seis horas horribles. Atado a la columna de un garaje, recibió puñetazos, patadas, descargas eléctricas y hasta lo grabaron cómo se introducía un martillo en sus partes al tiempo que lo amenazaban con difundir el vídeo. Luego lo soltó como si nada. El supuesto autor de esas atrocidades será juzgado en unos días y se enfrenta a una pena de 14 años de prisión como responsable de los delitos de detención ilegal, lesiones, torturas y amenazas. Defendido por el penalista Diego Reboredo, del despacho de Ramón Sierra, el procesado dará explicaciones de unos hechos sucedidos el 8 de abril del 2014.

A la víctima, según relata la Fiscalía en su escrito de calificación, la fue a buscar el acusado a la puerta de su trabajo en el barrio de la Sardiñeira. A las 20.30 horas. Se conocían de antes. El procesado, según las acusaciones, se le puso enfrente y lo invitó amablemente a llevarlo a casa en coche. Pero una vez en el vehículo, el imputado, supuestamente, le puso un cuchillo de grandes dimensiones en el costado y lo obligó a que se pusiera unas bridas en pies y manos.

Sin identificar

Uno y otro viajaban en los asientos traseros y de piloto iba un joven que nunca pudo ser identificado. Ni el imputado lo delató, ni la víctima pudo dar de él señas suficientes como para detenerlo.

Atado y amenazado, sin entender absolutamente nada, la víctima fue conducida a un chalé próximo a Bergondo. Allí se metieron en un garaje y ataron al secuestrado a una columna. Por el cuello y por el pecho, lo que lo dejaba inmóvil y a merced del presunto torturador.

Cuenta la Fiscalía en su escrito de acusación que el procesado golpeó a su víctima por todo el cuerpo, obligándolo a asumir delitos que no había cometido. Le imputaba un robo y el torturado no le quitó la razón por miedo. Porque cuando le decía que era inocente, lo golpeaba. Hasta utilizó una de esas pistolas eléctricas. No contento con todo lo que le estaba haciendo, añade el fiscal, el procesado obligó a la víctima a introducirse en el ano el mango de un martillo. Y lo grabó. Y le dijo que difundiría el vídeo por todas partes para que se muriese de vergüenza.

Liberación

Sobre las 2.30 de la madrugada, el supuesto torturador decidió terminar con las palizas y humillaciones. Lo desató, lo introdujo de nuevo en el coche y lo acercó a A Coruña. Presuntamente, lo dejó en el portal de su casa con la amenaza de que lo mataría si lo denunciaba. La víctima no le importó. Se armó de valor y se presentó en la comisaría para contar lo que le habían hecho, por lo que se procedió a la detención del hombre que ocupará en unas semanas el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincia.