Unas obras sin licencia destapan restos humanos en el cementerio de Guísamo

Susana Acosta
S. Acosta BERGONDO / LA VOZ

BERGONDO

El Concello paraliza los trabajos y los vecinos se muestran indignados con el párroco

14 may 2015 . Actualizado a las 07:52 h.

A medida que pasaban las horas, la indignación y el enfado crecía entre algunos vecinos de Guísamo al ver que unas excavaciones habían destapado restos humanos en el camposanto de esta parroquia. Pero la polémica ya había surgido el martes por la tarde al denunciar los vecinos la presencia de una excavadora en el cementerio sin previo aviso. Hasta el lugar se desplazó la propia alcaldesa de Bergondo, Alejandra Pérez, que ya ordenó de forma verbal la paralización de los trabajos, aunque no se hizo de forma oficial hasta el día siguiente.

Y es que según indica el Concello, estos trabajos no cuentan con la licencia municipal necesaria para ejecutarlos, además del permiso de Patrimonio de la Xunta. Ante esta situación y después de desplazarse la Policía Local hasta en dos ocasiones al camposanto, el Concello determinó dar aviso a la Guardia Civil, que se inhibió del caso al exceder sus competencias. «Si fueran restos humanos fuera del cementerio sí les correspondería a ellos, pero al ser dentro de él tenemos que ponernos en contacto con la Xunta para ver cuál es el procedimiento a seguir. Recibimos el aviso a última hora del martes de unos feligreses que vieron la pala excavando y se alarmaron», indicó que el gobierno local, que asegura de forma tajante que no se solicitó permiso para estos trabajos de ampliación de nichos en el cementerio.

Por su parte, los vecinos aseguran sentirse indignados: «Esto es muy fuerte y estamos muy tristes porque entran en juego nuestros difuntos. Lo primero que tenía que haber hecho el párroco era hablar con la gente que tenemos difuntiños enterrados aquí. A mí me echaron tierra encima de mi lápida, pero movieron otras y metió la pala y de ahí salieron cabezas y huesos. Esto es surrealista», asegura Victoria García, vecina de Guísamo que denuncia que esta suele ser la forma de proceder del párroco. «Todo lo hace así. Dicen que el martes ya se llevó tres bolsas de huesos», indica, mientras asegura que los restos pertenecen a personas enterradas en esa zona en los años cincuenta. «Era gente que se enterraba en tierra», dice.

«Licencia en trámite»

Por su parte el párroco explica que los trabajos en ningún momento se corresponden con las obras de ampliación que pretende hacer. «Se trata de catas para ver si debajo había roca y la licencia está en trámite. No se puede empezar la obra hasta que estén todas las licencias», dijo el sacerdote, al tiempo que explicaba que «siempre que aparece algún hueso suelto se lleva al osario general del cementerio». Además también aclara que el proyecto de ampliación contempla la construcción de diez nichos en el suelo. «Hay mucha necesidad de sepulturas porque los vecinos están siendo enterrados en cementerios vecinos o en nichos prestados», explicó.

Anova de Bergondo calificó de «grave» si se demuestra que finalmente el párroco no tenía licencia como dice el Concello.