La rápida intervención de los bomberos y Protección Civil evitó que el fuego alcanzase una vivienda próxima y la nave del negocio
04 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Un aparatoso incendio calcinó ayer trece autobuses y una furgoneta que estaban pendientes de achatarrar en el Desguace Castro, ubicado en Larín de Arriba, en las proximidades del centro hípico Casas Novas, en Arteixo.
La alarma saltó minutos antes de las tres de la tarde cuando un empleado del negocio y varios vecinos alertaron a Emergencias 112 Galicia, que de inmediato puso los hechos en conocimiento del Servicio de Emergencias Municipal, de los bomberos y de la Guardia Civil de Arteixo.
Varias unidades de estos equipos se dirigieron a la zona. «Cuando llegamos a la chatarrería ya las llamas arrasaban la totalidad de los autobuses y de la furgoneta que estaban aparcados en línea», contó un responsable de la unidad contraincendios.
Analizaron muy rápidamente y la decisión fue clara: «Montar una línea defensiva que evitase que el fuego, el intenso calor y el humo llegase a otros camiones y vehículos y a una vivienda ocupada que colinda con el muro de la chatarrería». Para ello extendieron una manguera que permite la mezcla de agua con espuma, «y logramos el objetivo a pesar de que el viento rolaba en nuestra contra».
De hecho, y a pesar de la aparatosidad del incendio no fue necesario desalojar la casa, subrayó. Al mismo tiempo, y ante la gravedad de la situación, decidieron pedir la colaboración de sus compañeros del parque de bomberos de Carballo.
La siguiente actuación de los equipos de emergencia fue la de lograr que las llamas tampoco alcanzasen la nave, en la que había, además de piezas de desguace, productos altamente inflamables.
Casi cuatro horas de trabajos
Los trabajos de extinción se alargaron durante unas cuatro horas, «y utilizamos más de 40.000 litros de agua», señaló el mando de los bomberos del parque de Arteixo.
Las causas del fuego aún están por determinar y trata de conocerlas la Guardia Civil. Se sabe que durante toda la mañana los empleados estuvieron trabajando en la zona del incendio «sacando un eje de tracción a un camión». Luego fueron a comer a A Laracha y quedó un único operario, que vio iniciar el fuego, pero nada pudo hacer para que no se extendiese.