Se trata de un pórtico de 2,3 kilómetros de longitud cuya obra costó 20 millones
15 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La Autoridad Portuaria de A Coruña acaba de dar por finalizada la obra de la galería de graneles líquidos en las nuevas instalaciones portuarias de punta Langosteira. Se trata de una estructura que permitirá cubrir las tuberías por las que la petrolera Repsol realizará el trasiego tanto de crudo como de los productos refinados. La infraestructura también está pensada para tapar las instalaciones de otros operadores ajenos a la compañía española y que quieran utilizar la nueva dársena de la costa de Arteixo.
Este pórtico, que se comenzó a construir a finales del año pasado, tiene como objetivo evitar que, «en caso de extremos temporales, cuya altura de olas supere el dique de abrigo, el mar no caiga sobre las tuberías y la masa de agua vierta sobre el espejo de agua del puerto».
La galería tiene una longitud de 2.300 metros, extendiéndose de esta forma por la casi totalidad de la pared del dique de abrigo, «a excepción del arranque del muro». En este tramo no se construyó por no existir riesgo de rebose del mar, señalaron desde el Puerto.
El diseño consiste en una techumbre construida a base de losas de hormigón que asientan sobre pilares del mismo material, «formando de esta forma una especie de túnel prácticamente hermético», subrayaron las mismas fuentes.
Oleoducto y pantalán
Con la finalización de esta infraestructura, Repsol ya está en condiciones de poder iniciar las obras de instalación de las tuberías en el interior del recinto portuario. La petrolera también tiene previsto iniciar en breve la construcción del oleoducto desde la refinería de Bens hasta Langosteira.
Además, Repsol ya cuenta con la autorización de Fomento para iniciar los trabajos que darán forma al pantalán flotante en el que atracarán los petroleros que lleguen a Langosteira, «una obra que podría comenzar en las próximas semanas», señalaron desde la Autoridad Portuaria.
La redacción del proyecto constructivo estará finalizada el próximo verano
Poco a poco las nuevas instalaciones de Langosteira lo están convirtiendo en un puerto con total operatividad. Si primero fue el traslado de una gran parte de los graneles sólidos (las mercancías más sensibles para el medio ambiente), ahora le tocó la finalización de la galería de líquidos y próximamente se construirá el oleoducto y el pantalán para petroleros. A Langosteira le queda una pieza fundamental para convertirse en una dársena intermodal: la conexión ferroviaria. En este aspecto la tramitación sigue su curso. Las UTE Novotec-Idom rematarán el proyecto constructivo, que cuesta 1,3 millones de euros, el próximo verano. La línea arrancará en Pocomaco, tendrá una extensión de 6 kilómetros y el trazado será casi todo en túnel para evitar el impacto ambiental.