Repsol se llevará en enero todos sus graneles sólidos al puerto exterior

Eduardo Eiroa Millares
Eduardo Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

ARTEIXO

PACO RODRÍGUEZ

Supondrá que un centenar de mercantes al año dejarán los muelles interiores

21 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Repsol remata estos días la tramitación previa necesaria para iniciar la mudanza al puerto exterior de Langosteria, tal como adelantó ayer La Voz de Galicia. Tras conseguir todos los permisos, comenzará a ejecutarse en el primer trimestre del 2017, con 28 meses como plazo máximo de ejecución de todas las obras, aunque se podrían acortar los tiempos durante la fase de ejecución.

En el 2015 la empresa ya dio un primer paso para desviar su actividad a Langosteira descargando allí desde entonces la mayor parte del coque verde, uno de los tres graneles sólidos que emplea la compañía. Quedaban otros dos graneles que hasta ahora seguían moviéndose en los muelles interiores, el azufre y coque calcinado, materias que se emplean para la fabricación de fertilizantes, sulfatos y ácido sulfúrico y para la creación de electrodos para cubas de electrólisis.

Desde el próximo mes de enero -aunque es posible que ya en diciembre se hagan pruebas sobre el terreno- esos tráfico serán íntegramente derivados al puerto exterior. Se trata del segundo paso dado por la empresa en ese traslado de actividad que culminará con la llegada de los grandes petroleros a Langosteira cuando se complete el nuevo poliducto y las instalaciones auxiliares necesarias.

El traslado de todos los graneles sólidos de la empresa supondrá que dejarán los muelles interiores coruñeses cerca de un centenar de buques mercantes al año. En el 2015 fueron exactamente 89 los dedicados a esos transportes. Se trata de mercantes de entre 2.500 y 12.000 toneladas que se llevarán mercancías potencialmente más molestas para los ciudadanos durante la fase de descarga.

Los sólidos movidos anualmente por Repsol suponen una cifra modesta en comparación con todo lo que carga y descarga la empresa. El año pasado fueron cerca de 500.000 toneladas, pero ese volumen cobra mayor relevancia si se compara con todo lo que pasó por Langosteira el año pasado, cuando se sumó un millón de toneladas. Las cifras han crecido durante el actual ejercicio y lo harán exponencialmente cuando lleguen allí los 4 millones de toneladas de crudo que mueve la petrolera cada año.

Satisfacción en A Coruña y Arteixo

El Puerto mostró ayer todo su apoyo a la petrolera y se congratula de que haya rematado la fase de tramitación para iniciar un esperado traslado. Darán indican, todas las facilidades para que se complete cuanto antes esa operación.

Para el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, el comienzo de la eliminación del poliducto «é unha boa nova que responde a unha vella demanda veciñal». Queda por materializar, dice, la recuperación de los muelles para uso público, no especulativo.

Por su parte, el alcalde de Arteixo celebró el anuncio de la compañía petrolera. «Es importante que Repsol agilice el proyecto para instalarse en Punta Langosteira, donde se ha previsto una infraestructura especial para ellos», indica Carlos Calvelo, cuyo Ayuntamiento también se verá claramente beneficiado por la carga impositiva que supondrá la presencia de otro gigante. «Solo la obra de instalación creará durante un tiempo muchos puestos de trabajo, pero luego también será importante el cobro de IAE y el IBI», explica Calvelo, quien también estudia la posibilidad de que la instalación del oleoducto también derive en el cobro del ICIO, un 3,1 % en este Concello.

El Puerto ultima infraestructuras para que pueda operar la petrolera

Para que Repsol pueda operar en Langosteira necesita tener la infraestructura necesaria para ello. Una parte la aporta la empresa y otra es de financiación pública, porque su uso no será exclusivo para la petrolera y servirá también para futuros operadores.

La actuación más importante en marcha es la construcción de la denominada galería de graneles líquidos, un pórtico de hormigón de más de un kilómetro de longitud que protegerá de las olas que puedan rebasar el dique durante las temporales las canalizaciones que vayan desde los pantalanes petroleros hasta las estaciones de bombeo y depósitos en tierra.

Esa galería supuso un desembolso de 20 millones de euros y estará completamente rematada en diciembre tras algo más de un año de obras. Ya está listo el nuevo muelle de 300 metros en las instalaciones que permitirá a Repsol, por ejemplo, el desembarco de los graneles sólidos que trasladará en enero a Langosteira.

Expropiaciones

En los próximos días se comunicará a los propietarios de las fincas por dónde pasará el nuevo poliducto la afección a sus terrenos. Además de publicarse el listado en los boletines oficiales se les comunicará personalmente.

Son en total 170 propiedades en manos de 230 particulares y empresas. Prácticamente todas ellas están en terrenos no urbanizables y las obras no afectarán a viviendas. Cuando Industria emita la declaración de utilidad pública del proyecto la compañía podrá empezar a ocupar los terrenos.