Repsol completa los trámites para iniciar el traslado del oleoducto al puerto exterior

Eduardo Eiroa Millares
Eduardo Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

ARTEIXO

PACO RODRÍGUEZ

En un mes concluirá el expediente ambiental y los trabajos comenzarían a principios de año

20 oct 2016 . Actualizado a las 07:50 h.

El inicio de la mudanza de Repsol al puerto exterior ya tiene horizonte. Después de dos años de trámites, esta semana la Consellería de Medio Ambiente pondrá a exposición pública el proyecto durante 30 días para emitir después la certificación sobre el impacto de una obra que el estudio de ingeniería previo considera de «intensidad baja». El nuevo poliducto unirá la refinería y Langosteira y permitirá eliminar el 40 % del tráfico que circula ahora por el oleoducto que parte de San Diego y atraviesa bajo tierra parte de la ciudad.

La documentación ya ha pasado en los últimos meses por distintas Administraciones sin que ninguna de ellas pusiera reparos a la propuesta de la empresa petrolera. Las previsiones apuntan a que pasados esos últimos trámites, los primeros trabajos podrían comenzar a principios de año.

En el 2013 se firmó el acuerdo con la Autoridad Portuaria para el traslado parcial de la empresa al puerto exterior. Desde entonces la petrolera no acometió obras porque, argumentaba, no lo haría mientras no tuviera todos los permisos. Los trámites fueron largos porque los expedientes pasaron a consultas por ministerios, consellerías y en total hasta por una veintena de organismos, incluidas empresas privadas como las de suministro eléctrico que pudieran estar afectadas por los trabajos del poliducto. Ahora ya tienen el trabajo previo rematado, pues ya contaban con el visto bueno de Fomento para la instalación del pantalán en el puerto exterior y de Industria para hacer las modificaciones necesarias para las nuevas conexiones de las tuberías en la refinería.

En los próximos días se hará pública la relación de terrenos afectados. Son 170 fincas con 230 propietarios. Con el estudio de impacto ambiental aprobado, la Consellería de Industria declarará la utilidad pública de la obra dando luz verde a le expropiación de esos terrenos, que la compañía intentará adquirir a sus dueños sin tener que aplicar esa figura. En todo caso, con esa declaración la empresa podrá ocupar el suelo de modo inmediato -en el municipio de Arteixo en su inmensa mayoría- y comenzar a trabajar.

El proyecto de ejecución con los detalles de una obra que costará 80 millones de euros ya está rematado y entregado a las Administraciones competentes. Entre otras cosas detalla que durante las obras se crearán un máximo de 283 empleos y que se habilitarán hasta 60 medidas para reducir el impacto, acabando los trabajos con un plan de restauración vegetal en superficie. Todo está listo para que el viejo poliducto empiece a desaparecer.

Las obras durarán un máximo de 28 meses y podrían extenderse más allá de los plazos fijados

El proyecto de ejecución presentado por Repsol especifica que las obras del poliducto tendrán un plazo máximo de 28 meses para el total del proyecto, con 18 meses específicamente para la instalación del poliducto y sus instalaciones auxiliares. Eso supondrá algunos meses de retraso -si la actuación se va al tope previsto- sobre la fecha inicialmente fijada, según la cual Repsol tendría que estar en Langosteira en abril del 2018. El documento asume que habrá desfases sobre esa fecha y apunta a que lo más probable es que haya que aguardar algunos meses más.

La petrolera no ofreció ayer detalles sobre el proyecto, pero sí confirmó que se encuentra en fase final de tramitación y que podría producirse alguna leve demora. «Existe buena disposición y diligencia de todas las partes implicadas, si bien la complejidad administrativa y técnica del proyecto ha dilatado el procedimiento más de lo previsto inicialmente», indican desde la multinacional, que insiste en que en la fase de obras «se pondrán todos los medios para intentar recuperar en la medida de lo posible los plazos».

La inversión total en punta Langosteira aprobada por Repsol es de 124,5 millones de euros. Además de los 80 millones del poliducto, la compañía tiene previsto aportar otros 36,5 millones para la construcción de su propio pantalán en el puerto exterior y otros 8 millones más en las modificaciones a realizar en la refinería para hacer llegar las nuevas tuberías que progresivamente irán sustituyendo a las que, desde San Diego, atraviesan el subsuelo de la ciudad.