La compañía reiniciará hoy los trabajos de la unidad de conversión
24 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los que ayer se acercaron a Meicende pudieron comprobar que la antorcha de la refinería emitía humo negro y una llamarada de grandes dimensiones. Lejos de lo que pueda parecer, se trataba de una medida de seguridad mientras se realizaba una parada técnica en la unidad de conversión del complejo petroquímico.
El hecho de que la antorcha emita una llamarada más alta de lo normal se debe «al envío controlado y puntual del excedente de elementos gaseosos del proceso de la unidad para su combustión», explicó ayer la refinería, indicando que el sistema es similar al de una caldera de agua caliente. «Cuando se abre el agua caliente, la llama sube», aclararon ayer desde Repsol.
La parada técnica de la unidad de conversión se realizó solo durante el día de ayer, ya que la refinería tenía previsto reiniciar hoy los trabajos de la unidad de conversión.
La mayor parada en el 2013
Normalmente, las paradas de la refinería se producen durante el mes de abril, pero en diciembre del 2013 se registró la mayor parada de la historia. Uno de los trabajos más llamativos fue la sustitución de una de las antorchas del complejo petroquímico. Para ello, tuvieron que utilizar dos grúas, de 300 y 500 toneladas respectivamente y con una altura de pluma de 124 metros.