Los asaltantes de una octogenaria de Arteixo se libran de ir a prisión

Alberto Mahía A CORUÑA

ARTEIXO

La víctima, junto a su esposo, horas después de sufrir el asalto.
La víctima, junto a su esposo, horas después de sufrir el asalto. Macenlle< / span>

La sobrina de la víctima planeó el atraco junto a su novio, que le puso a la víctima una bolsa en la cabeza tras llamar a la puerta del domicilio

26 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue una sobrina de la víctima la que planeó junto a su novio el asalto a la casa de Florinda Varela, en la avenida de Buenos Aires de Arteixo en noviembre del año pasado. El joven llamó al timbre y en cuanto la mujer abrió la puerta le puso una bolsa en la cabeza. Se la apretó bien y le exigió bajo amenazas que le diese todo el dinero que tuviese en casa. Mientras todo eso ocurría, el marido de Florinda, en silla de ruedas, dormía en una habitación. El ladrón se fue del domicilio con un botín de 300 euros, un juego de cuchillos y tenedores y un bolso. Tanto él como su pareja fueron detenidos a las pocas horas y reconocieron los hechos. El mes pasado fueron juzgados y gracias a que asumieron su culpa y que le devolvieron el dinero sustraído a la legítima propietaria, la condena apenas les quedó en un año de prisión, que no tendrán que cumplir. El acusado ya estuvo en la cárcel por estos hechos y su novia, al carecer de antecedentes y la pena ser inferior a los dos años, se libra de ingresar. Como indemnización, deberán entregar a la víctima 306 euros.

Según aparece en la sentencia, José David Duriez supo por su novia que en aquella casa podría haber dinero. Mientras ella esperaba fuera, él llamó al timbre. Dijo que era amigo de un sobrino. Florinda le abrió la puerta e inmediatamente le pusieron una bolsa en la cabeza. La arrastraron hasta el dormitorio y durante 15 minutos recibió amenazas de muerte. El temor a ser asesinada le llevó a confesar el lugar en el que tenía el dinero, apenas 300 euros. Nada más hacerse con el botín, el ladrón se fue. Pero en el domicilio quedó su cartera con su documentación y hasta con un carné de su novia y sobrina de la víctima. Se le había caído durante el asalto y para recuperarla se presentó la sobrina de Dorinda. Como si no pasara nada, consoló a su tía al tiempo que buscaba la cartera por toda la casa. Mientras, su novio acudía a una comisaría de policía para contar que le habían sustraído la cartera en Perillo (Oleiros). La Guardia Civil muy pronto destapó el engaño y procedió a su detención.

La Voz estuvo con la víctima horas después de los hechos. Así explicó su peor momento: «Arrastroume para unha habitación e púxome unha bolsa na cabeza. Agarroume a gorxa mentres rebuscaba nos caixóns da mesiña. Case me afoga. A bolsa non me deixaba respirar, se me deixa máis tempo quedo acorada. Un pouco máis e mátame».

Sobre su sobrina, dijo: «Ela veu un cuarto de hora despois. Veu dicindo que tomara un café pero por aquí os bares están todos pechados o domingo pola mañá. E dixo que o móbil que estaba na entrada era seu», indicó Varela que en ese momento ya desconfió de ella. «Mandáchelo ti, díxenlle eu, pero ela díxome: ?¿muller, desconfías de min??».

Seis meses antes de aquellos hechos, Florinda y su esposo ya sufrieron un robo en casa. Pero aquel sin violencia.