Una simbólica plantación resucita los tiempos en que esta parroquia «exportaba» miles de kilos de esta fruta
12 abr 2015 . Actualizado a las 19:01 h.Este año el Ayuntamiento de Abegondo conmemoró el Día del Árbol de una forma muy especial. El lugar elegido para el evento fue Vilacoba, parroquia que, en su día, era una importante «potencia» exportadora de cerezas. El paso de los años y la fuga de vecinos a otras latitudes ha hecho que hoy en día ya no se mantenga esa actividad, que apenas cuenta en este rincón de Abegondo con algún cerezo para consumo propio.
Pero ese importante pasado lleva a los vecinos de Vilacoba a celebrar cada año la Romería de las Cerezas, aunque tienen que conformarse con degustar miles de estas frutas procedentes de otros lugares lejanos.
El Concello de Abegondo decidió así poner su grano de arena para que la Romería de las Cerezas disponga de cerezas autóctonas. El alcalde del municipio, José Antonio Santiso, junto con los vecinos de Vilacoba, plantaron varios ejemplares de cerezos en el campo de la fiesta que acoge la romería.
Se calcula que en tres o cuatro años ya darán sus primeros frutos. En el acto, los vecinos le relataron al alcalde la gran cantidad de estos árboles que hace décadas tenía Vilacoba. «Levábanse camións e camións delas a outros sitios para a súa venda», recuerdan los vecinos de Vilacoba, orgullosos de su pasado vinculado a la explotación de la cereza. El emotivo acto de la plantación de cerezos fue aprovechado por los más veteranos del lugar para explicar a sus hijos y nietos cómo y cúando se recogían las cerezas.
El alcalde de Abegondo, Santiso Miramontes, se mostró dispuesto a buscar fórmulas para que no se pierda una riqueza de una tierra fértil para esta producción. «Coido que Vilacoba ben merecía acoller esta plantación tan simbólica», afirmó.