«Nunca olvidaré a quien me ayudó a cumplir el sueño de pisar As Catedrais»

María Cuadrado Fernández
maría cuadrado RIBADEO / LA VOZ

A CORUÑA

CEDIDA

Los socorristas la bajaron a la arena y pudo pasear entre los arcos de la famosa playa de Ribadeo

29 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Gelines Patiño, vecina de A Coruña conocida por muchos y reconocible por su talante alegre cuando recorre la ciudad en su silla de ruedas, sostiene «que en el mundo hay gente buena, pero hay que dar con ella». Ella tuvo suerte y el domingo se topó de frente con varios ángeles de la guarda que le permitieron, a sus 79 años, cumplir un viejo sueño: pisar la arena de la emblemática playa de As Catedrais, en Ribadeo. Varios socorristas la cogieron en brazos y la bajaron a la playa. Ya sobre el arenal, Gelines, que sufrió de niña una parálisis, realizó en su silla de ruedas, un recorrido acompañada por un socorrista.

-¿Cómo reaccionó cuando los socorristas le ofrecieron ayuda para bajar a la playa?

-Fue maravilloso. Nunca olvidaré a quien me ayudó a pisar la arena de la playa de As Catedrais.

-¿Cómo le plantearon la posibilidad de hacerlo?

-Yo estaba en la entrada de la playa, en la parte alta, y se me acercó una chica que se llama Ana y que me dijo ‘¿Quiere usted bajar?’ Insistió mucho en ayudarme y me convenció diciéndome que ellos me ayudarían a llegar a la arena. Se portaron de lo mejor que hay en el mundo. Fue una experiencia maravillosa. Les estaré agradecida toda mi vida. Es tal mi agradecimiento que le puedo decir que me despierto soñando con Ana, con Jacobo y con otro socorrista que no me acuerdo de su nombre. ¡No sabe lo que esa chica me animó para que bajara! Ya los invité a venir a mi casa de A Coruña.

-¿Era la primera vez que visitaba la playa?

-No, ya había ido muchas veces. Yo organizo muchas excursiones a diferentes lugares, y ya habíamos estado varias veces en la playa. Pero claro, yo, como tengo problemas de movilidad, no podía bajar nunca. La gente que viaja conmigo de excursión sí que baja a la playa, pero yo no puedo y por eso era un sueño. Ese día estaba con una excursión de la que formábamos parte 55 personas.

- ¿Qué le pareció poder disfrutar de un paseo en una de las playas más visitadas del mundo?

-Jacobo, el socorrista, fue muy amable. Yo fui en mi silla y él me acompañó en todo el recorrido. Y cuando yo le decía «vamos a subir que ya es suficiente», él insistía: «No, tiene que completar toda la visita, merece la pena». Fue una experiencia maravillosa. Quedé alucinada. Ya he decidido que es necesario reivindicar que se cree un acceso para permitir la bajada a personas que tienen problemas de movilidad. Le voy a escribir una carta a la Diputación para que eliminen las barreras arquitectónicas.

-¿Y qué hacía usted cuando iba a esta playa mientras sus excursionistas la visitaban?

-Pues me quedaba en la parte de arriba, divisando la playa desde lo alto. También pinté varios cuadros de As Catedrais.

-¿Le gusta este lugar?

-Para mí, As Catedrais y Combarro son dos de los lugares más bonitos de toda España.

-Por lo que veo, ni la edad ni los problemas para desplazarse son ningún obstáculo para que usted viaje por medio mundo...

-Yo soy muy activa, muy valiente. El día 13 vamos de viaje a Luarca y después a Cudillero, también a Ponte da Lima, a las Cíes... También doy catecismo y voy a teatro. Tuve durante más de cuarenta años un quiosco de prensa en la plaza de Santa Catalina, y ahora estoy jubilada por lo que dedico mucho tiempo a viajar, a programar excursiones. Hay que ser valiente y decidido en la vida.