La proximidad del San Juan ya subió el precio de la sardina hasta los 6 euros

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Ni los marineros ni las pescantinas temen que este año haya escasez para la fiesta

22 jun 2017 . Actualizado a las 13:48 h.

Esperanza y satisfacción. Fue lo que se vivió ayer en el Muro cuando los barcos del cerco, los que se dedican a la pesca de la sardina, fueron llegando al puerto. Más de 21.000 kilos se subastaron en la lonja coruñesa desde la medianoche del martes hasta pasado el mediodía de ayer.

El precio alcanzó casi los 50 euros la caja de 14 kilos, es decir, a más de 3,50 euros el kilo en lonja. Semejante precio anunció al alza, la proximidad del San Juan, el producto estrella de esa fecha.

El pescado capturado fue subastado durante toda la madrugada del martes y la mañana de ayer. Las pescantinas y los exportadores y mayoristas estuvieron en el muelle durante toda la jornada.

La subasta estuvo condicionada en todo momento por la fiesta de San Juan. Así, las primeras cajas -de 14 kilos cada una- se subastaron a 40 euros, o lo que es lo mismo, a 2,85 euros el kilo de sardina.

Era a primera hora de la noche. Los barcos volvieron a los caladeros y largaron al amanecer, «ao alba», como le gusta decir a los marineros. «Atopamos boas manchas, xa non facían falta os aparatos, xa víamos nos cómo brillaba o peixe no mar», contó un marinero de uno de los cerqueiros.

La pesca se alargó hasta más allá del mediodía. Sobre las 12.00 horas llegaron al Muro dos camiones de otros puertos de Galicia. En ellos venían 400 cajas de sardina, unos 5.600 kilos de pescado.

A pesar de que a esa hora los compradores suelen ya regresar a sus casas a descansar, «esperamos porque necesitamos o peixe», dijeron.

La subasta continuó. La presencia en el Muro era total. El pescado brillaba y había sido capturado a última hora. Su precio se disparó, aún a falta de dos días para San Juan: «Vendemos a 50 euros a caixa, a case 4 euros o quilo», contó un marinero.

Precios buenos en las plazas

Tanto los marineros como las placeras respiraron ayer por las capturas logradas: «No vamos a pasar el temor de otros años de que no tengamos sardina para el San Juan», contó Chelo, una placera.

Están seguros de que la presencia del pescado estrella de la noche meiga «no va a fallar», contó esta pescantina. Dijo, además, que el precio «no va a subir mucho -ayer su coste oscilaba entre los 4 y los 6 euros el kilo-, a no ser que esperen al último momento», indicó Chelo.

Sí aseguran las placeras que en la noche de San Juan no va a faltar la sardina: «Nuestros marineros saben dónde cogerla». Tampoco creen que el precio oscile mucho, lo que sí piden es que no se les dé gato por liebre: «A sardiña conxelada non é o mesmo».

MARCOS MÍGUEZ

«Una buena madera es clave para asar este pescado»

Luis Veira, el chef de Árbore da Veira, Estrella Michelin, ofrece sus consejos para hacer una buena sardina a la brasa, ese manjar tan sencillo y popular. Sus grandes dotes de cocinero fueron adquiridos de los marineros con los que convivió. Luis apuesta por utilizar «una buena madera para hacer las brasas de la sardiñada». Recomienda que, al menos una hora antes, a las sardinas se les añada sal gruesa: «No es ningún secreto, es lo que hacen los marineros y eso va a misa», dice. Aconseja Luis Veira dejar morir el fuego. «No debemos poner las sardinas en la parrilla si aún tenemos fuego», indica.

Y darle la vuelta al pescado: «Cuando la sardina suelte un poco de sangre por la parte que no está en contacto con el calor», recomienda. Dos o tres minutos después se retiran. Y lo más importante para Luis Veira: «La sardina se come encima de un trozo de pan, con las manos, y al lado una ensalada, que también comeremos sin cubiertos».

El jurel, una buena alternativa a la reina de la fiesta

El buen tiempo y las altas temperaturas del agua «son fieles indicadores de que no va a haber escasez», dicen los que conocen el mercado. Hay quien sustituye la sardina por el churrasco, sobre todo si los precios se disparan. Pero tanto profesionales del mar como placeras aseguran que los consumidores tienen alternativas en el mar, como el jurel grande, o la jurela. Este pescado está en comida «e non lle ten medo á sardiña á hora de poñelo na grella», apuntan.