El dúo de punk acústico presenta su nuevo disco, titulado «Walk», este sábado en el Playa Club
30 may 2017 . Actualizado a las 11:17 h.True Mountains son una rara avis dentro del panorama musical actual. Son un grupo punk, pero en formato dúo -Pérez, voz y guitarra, y Nacho, contrabajo- y con un sonido netamente acústico. Una propuesta diferente y arriesgada que, sin embargo, ha calado y que les ha llevado a grabar un nuevo disco, Walk, que presentan este sábado a las 23.00 horas en el Playa Club (entradas a 5 euros) dentro del ciclo de conciertos de Retroalimentación, y sobre el que habla el contrabajista.
-Insisten en el nuevo disco en su característico sonido acústico.
-El concepto es muy similar al del primero, Freethinkers, porque, al fin y al cabo, es el propio concepto de la banda: somos dos tipos con instrumentos acústicos dándole lo más fuerte que podemos y sin trampa ni cartón, porque no tenemos pedales de efectos ni podemos enchufarnos a un amplificador y ponerlo al once. Creo que ese es el gancho que puede tener la banda, que la gente flipa cuando ven salir a dos tíos que se ponen a aporrear sus instrumentos y que la cosa suena.
-Así que su sonido es una declaración de principios, no una mera cuestión de economía de medios.
-Eso desde antes incluso de dar nuestro primer concierto. La gente me preguntaba de qué iba el grupo y yo siempre les decía que la banda es lo más honesta que se puede ser. Aquí no caben las mentiras, solo una guitarra acústica y un contrabajo tocados lo más rápido y fuerte que podemos.
-¿Y cómo definen su estilo?
-Es punk rock acústico. Yo solía tirarme diez minutos buscando etiquetas cada vez que hablábamos del grupo, y me di cuenta de que no servían para mucho. Fue Pérez el que dio en el clavo en una ocasión, cuando dijo que estos mismos temas, tocados con guitarra y bajo eléctrico y con una batería detrás, es punk rock. El tema acústico le da un olor distinto a las canciones. Yo empecé, como todos, haciendo punk, pero llevo mucho tiempo tocando rockabilly, y eso se nota. Pero la base no deja de ser punk.
-Una propuesta arriesgada que, sin embargo, ha sido bien entendida.
-Es más, nos fuimos dando cuenta de que este formato nos brindaba unas oportunidades que suele tener cerradas un grupo de rock, como tocar para los niños en bibliotecas y colegios, cosa que, haciendo punk rock con los amplificadores al máximo, no suelen permitirte. Y nos llena muchísimo poder tocar para niños y para gente mayor en lugares alejados de la noche y el desfase. Que eso está bien, pero hay otros modos de disfrutar de la música.
-¿Y las letras de True Mountains son aptas para todos los públicos?
-Bueno, a Pérez se le escapa a veces un mala palabra, pero como están en inglés los niños tampoco se dan demasiada cuenta [ríe]. Por lo demás son letras con cierto contenido social, hablan de este mundo y de cómo nos gustaría que fuese.