El Ayuntamiento tiene una semana para realojar a tres familias de A Pasaxe

El Ayuntamiento trabaja a contrarreloj para buscar un hogar a tres de las cinco familias que tienen sus chabolas pegadas a la nave de la conservera Celta sobre la que pesa la sentencia de demolición. Dos ya tienen un hogar asignado y ayer comenzaron la mudanza. Las otras deberán tenerlo antes del próximo 4 de mayo, fecha en la que comenzarán los trabajos de derribo. Los ejecutará y costeará la empresa propietaria del suelo, la inmobiliaria Altramud, que recibió hace dos semanas el aviso del Ayuntamiento poniendo fecha a los inicios de las obras.

El desalojo de las familias que tienen sus chabolas más próximas a la nave ruinosa es la condición previa a su demolición, según la resolución judicial del 2015 en la que ordena la ejecución de una sentencia anterior. El fallo subraya que la reubicación de las personas allí residentes, en riesgo ante el evidente mal estado de la vieja factoría, es responsabilidad municipal. En la sentencia ya se alertaba de que esta actuación no impide que en el futuro los ocupantes pudiesen retornar al lugar. Voluntarios de entidades solidarias que trabajan en la zona creen, no obstante, que la demolición de las naves debe ser un punto de inflexión para dar solución a las personas que residen en el asentamiento.

La primera de las familias que tienen su chabola pegada a la nave en ruinas que abandona el poblado es la de Vanesa, con su esposo y sus cuatro hijos. Ya han visitado el piso de Eirís que le asignaron y comenzaron a trasladar allí sus pertenencias. Ayer mismo continuaban con la mudanza, si bien tendrán que esperar unos días porque todavía no les instalaron la caldera. Pagarán la mitad del alquiler, así como los gastos de luz, agua y gas, y el resto el Ayuntamiento. La ayuda no será de por vida. Xustiza Social se ocupará de su seguimiento y formación para que en unos meses puedan valerse por sí mismos.

También ya conoce su piso en los Castros la otra familia reubicada. Tardará unos días en mudarse, aunque no sin problemas. Antonia y su familia se dedican a las atracciones en las ferias, por lo que tiene dos camiones y una furgoneta. «No los voy a guardar en el portal, así que seguiré teniendo aquí los coches y vendré todos los días», cuenta.

Los que todavía están a la espera de una nueva vivienda son el matrimonio y su hija que el pasado martes vieron como sus chabolas eran destruidas por un incendio. Viven desde entonces repartidos en casas de familiares. María Eugenia se quejaba ayer de que no podían continuar mucho tiempo en esa situación. El Ayuntamiento les prometió una pronta salida.

El alcalde anuncia que los chabolistas serán repartidos «por todos os barrios da cidade»

Xulio Ferreiro celebró ayer que los realojos realizados hasta el momento -ni dijo cuántos ni cuándo se produjeron- se llevaron a cabo sin incidencia alguna. El alcalde afirmó que los técnicos municipales y responsables políticos tuvieron encuentros con los vecinos de las calles donde fueron reubicados y que «ninguén se queixou».

El regidor anunció que la política del Ayuntamiento y del plan de erradicación del chabolismo que puso en marcha consiste en distribuir por todos los barrios a las familias beneficiarias. En ningún caso, serán realojadas en un mismo lugar. Su destino está «en todos os barrios da cidade».

Los pisos que se asignaron, como los que se van a asignar, pertenecen, según explicó ayer Xulio Ferreiro, a la bolsa de vivienda que Abanca puso a disposición del Ayuntamiento para combatir el chabolismo. El convenio firmado hace años entre el gobierno municipal y la entidad financiera sirvió hasta el momento para acoger a decenas de familias que viven en precario.

El alcalde coruñés también explicó que Xustiza Social no se queda en buscar una vivienda a los chabolistas. «Trátase de accións individualizadas para cada un dos casos, e un seguimento as familias», destacó. Sobre las quejas de algunos barrios receptores de chabolistas, aseguró que a él no le llegaron.

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