26 de abril 2002
27 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Circular por los soportales de la Marina es todo un reto, a menos que uno no quiera pasear, sino sentarse a degustar un cortado». De este modo arrancaba la información publicada el 26 de abril del 2002 para anunciar que desde ese día se prohibía instalar terrazas, letreros y cierres en las arcadas para recuperar el espacio para el paseo. Se planteaba como incipiente primer paso del gran proyecto de reforma de la Marina y la dársena, al que aún le faltaban catorce años y muchas discrepancias entre Administraciones para que fuese realidad. Y ni siquiera se ha ejecutado siguiendo la idea inicial. Entonces se hablaba de una explanada peatonal entre la dársena (en la que se dejaban dos carriles de circulación) y los soportales. Se liberaría la zona del feísmo de cartelería y mobiliario variopinto y se instalarían terrazas cubiertas como en María Pita.