La oposición forzará ajustes en el presupuesto

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La decisión de Ferreiro de no negociar aboca al gobierno de la Marea a otro pleno clave en minoría absoluta

22 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La decisión del alcalde, Xulio Ferreiro, de no negociar con la oposición después de perder la cuestión de confianza sobre los presupuestos en febrero, y su ausencia esta semana por estar de viaje en China justo cuando el lunes arranca el debate de las alegaciones, abocan al gobierno local a volver a quedarse en minoría en otro pleno clave, el que debatirá la aprobación definitiva de las cuentas de este ejercicio.

El ejecutivo de la Marea, que tiene 10 concejales frente a los 17 que suman PP (10), PSOE (6) y BNG (1), no ha tejido ninguna alianza firme con los grupos de la oposición, que están dispuestos a forzar ajustes en el documento.

La portavoz de los populares, Rosa Gallego, advirtió ayer que su grupo va a «defender» sus alegaciones y que buscará apoyos para aprobarlas. El gobierno local plantea desestimarlas todas, pero la decisión final será del pleno.

El PP ha planteado tres reclamaciones. Una propone destinar 400.000 euros al servicio de bibliotecas, que según el informe del interventor dejará de funcionar en noviembre porque no se le han destinado fondos suficientes.

Otra prevé eliminar los 4 millones de euros que Emalcsa transferiría al Ayuntamiento, ya que el gobierno local carece de mayoría en el consejo de administración de la empresa para hacer esa transferencia -y no la ha negociado-, y la previsión de superávit de Emalcsa se redujo hasta 1,9 millones de euros. Gallego dijo además que el alcalde reconoció que esos fondos no harían falta porque nunca se ejecuta todo el presupuesto -en el 2016 quedaron en caja 62 millones- por lo que entiende que se incluyó para «inflar» las cuentas.

Finalmente, el PP plantea destinar 800.000 euros a reforzar los convenios con entidades sociales, culturales y deportivas. Se trata de la única de sus alegaciones que el interventor no considera viable, ya que no se ajusta a las limitaciones que se pueden plantear en esta fase, en la que solo se pueden hacer correcciones de tipo técnico a las cuentas.

El interventor tampoco descarta las reclamaciones que ha presentado el PSOE, y de hecho el gobierno local ya ha aceptado una de ellas, que prevé incrementar en 1,6 millones la partida para financiar los bonobuses. La otra alegación propone reducir en 4,25 millones la previsión de ingresos por el IBI y otros tributos, de forma que se aproximen más a las cantidades recaudadas durante los anteriores mandatos.

Ambos partidos coinciden en que la previsión de ingresos es «excesiva», y los dos se han encontrado con el no del gobierno a negociar. Esas circunstancias podrían favorecer un entendimiento en la comisión del lunes, cuando se debatirán las alegaciones. La propia Rosa Gallego dijo ayer: «Está la comisión para dictaminar y el pleno para decidir».

El BNG recurre al registro

Por su parte, el Bloque, con el que la Marea llegó a un acuerdo para introducir sus proyectos en el presupuesto una vez aprobado, muestra cada vez más distancia con el ejecutivo. Su portavoz, Avia Veira, pidió ayer una entrevista con el alcalde por registro, con el fin de exigirle que cumpla ese acuerdo y se marque un calendario para hacerlo.