«Negociar es uno de los deberes del alcalde, pero no lo hizo. No puede jugar la baza del victimismo»

X. ?G. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

22 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

José Manuel García está «muy preocupado» por la situación económica de María Pita, que tiene «problemas serios» en contratación y por la «falta de diálogo» en los presupuestos.

-¿Cómo van a intentar aprobar sus alegaciones?

-Vamos a defenderlas y a buscar el respaldo de los demás grupos. Los presupuestos están sobredimensionados, son excesivamente optimistas y crecen de manera irreal. Lo pensamos nosotros y lo indican los informes técnicos y la recaudación obtenida en los ejercicios anteriores.

-¿Están dispuestos a apoyar alegaciones de otros grupos?

-Vamos a defender las nuestras. El sindicato UGT ha presentado una que parece razonable para que se incluyan las plazas de la oferta pública de empleo del 2016 en el presupuesto. También es razonable la de las bibliotecas (del PP, que prevé aumentar el presupuesto para ese servicio en 400.000 euros) porque sin esos fondos el interventor dice que habría que clausurar ese servicio en noviembre, y cerrar las bibliotecas sería impensable. Tampoco parece lógico incrementar los ingresos de forma artificial con fondos de Emalcsa (4 millones), sobre los que el gobierno no tiene derechos y cuando en el 2016 dejaron sin gastar 62 millones.

-¿No teme que les acusen de hacer la pinza con el PP?

-Nosotros intentamos pactar con la Marea, que rechazó el acuerdo y luego convocó una cuestión de confianza que perdió. Negociar es uno de los deberes del alcalde, pero no lo ha hecho. Faltó a la verdad a los ciudadanos cuando dijo que tenía algo que no tiene (capacidad para aprobar los presupuestos sin la oposición). Quiso pasar el rodillo. Ahora no puede volver a juzgar la baza del victimismo y tener la ciudad secuestrada.

-¿O que Marea le reproche ‘adulterar’ las cuentas?

-El presupuesto va a ser el que ellos quieren, aunque nosotros creemos que no es el que necesita la ciudad, porque las alegaciones no eliminan ni uno solo de sus proyectos, se limitan a eliminar ingresos que no hay o incluir pagos obligatorios y dejan al gobierno que haga esos ajustes como prefiera.