Las cámaras para multar en la Marina se activarán en una semana

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

La Policía Local ha vigilado los accesos de forma ininterrumpida durante un año

03 may 2017 . Actualizado a las 18:17 h.

La concejalía de Mobilidade Sostible prevé que la semana que viene empiecen a funcionar las cámaras con lector de matrículas que vigilarán los accesos a la Marina, con el objetivo de sancionar a los vehículos no autorizados que entren en esa zona.

La nueva Marina, construida en su mayor parte durante el anterior mandato, fue inaugurada hace ahora casi un año. Desde entonces ha sido la Policía Local la encargada de vigilar sus entradas por el Parrote y los Cantones, con el fin de evitar que circulen automóviles particulares.

El anterior gobierno había previsto que la Marina se transformase en un espacio de prioridad peatonal, limitando la circulación a los residentes y el transporte público. Sin embargo, en los días de diario discurren por esa zona cerca de 3.000 automóviles. Solo los autobuses urbanos pasan por allí 400 veces cada 24 horas en los días laborables, y a esa cifra hay que sumar los viajes de los taxistas y los vehículos particulares con permiso de paso.

Es más, en parte de la Marina se mantiene una zona de asfalto que rompe la estética del paseo. Fue colocada después de que la obra se diese por terminada, ya que el mantenimiento de la circulación rodada provocó la ruptura del pavimento de losas.

El asfaltado, como la vigilancia policial de los accesos, se plantearon como medidas provisionales. Pero se han mantenido durante un año y, en el caso del primero, no hay fecha para retirarlo. Tampoco hay fecha para peatonalizar la Ciudad Vieja, un proyecto que debía haberse completado después de la obra de la Marina.

El anterior gobierno tenía previsto que el tráfico en el paseo estuviese vigilado desde el principio por sistemas de cámaras, pero los aparatos no han podido entrar en funcionamiento hasta la fecha, obligando a los agentes a tener presencia en los dos extremos de la vía todo este tiempo.

Ese despliegue obligó a reducir el número de agentes de patrulla durante el día y no podía mantenerse por las noches, cuando muchos coches sin autorización volvían a circular por la zona.

La táctica de los policías para evitar la entrada de automóviles sin permiso varió durante este tiempo. En un primer momento se limitaban a informar de las nuevas restricciones, pero se encontraron con una sobrecarga de trabajo, ya que la señalización era deficiente y numerosos conductores de fuera de la ciudad acababan entrando en la zona peatonal sin darse cuenta.

La señalización se reforzó, y se hicieron algunas obras pequeñas en la zona de Correos con el fin de construir una nueva rotonda que permitiese a los conductores despistados volver sobre sus pasos. Pero la mayoría del sistema de circulación previo a la obra se mantuvo, y por el momento no hay previsión de hacer cambios.

La Policía Local fue más dura en otros períodos. En septiembre del año pasado comenzó a multar a los reincidentes que entraban en la zona peatonal, y unos meses antes, en julio, llegó a hacer controles de velocidad con radar de los automóviles que circulaban por la Marina, en la que supuestamente iban a tener prioridad los peatones.

Entrar sin permiso en la zona de tráfico restringido supondrá cien euros de multa

Los conductores que entren sin autorización en la zona de tráfico restringido de la Marina se enfrentarán a una multa de cien euros, 50 si se acogen a la rebaja por pronto pago de la sanción.

Esa es la cantidad que abonaron hasta ahora los conductores descubiertos por la Policía circulando con su coche por el paseo.

Cuando las cámaras entren en funcionamiento, los conductores sancionados serán advertidos por correo. De todas formas, las multas no serán automáticas. Solo los agentes de la Policía Local tienen competencia para imponer castigos por el incumplimiento de la normativa de circulación. Por lo tanto, las imágenes de las cámaras serán revisadas por agentes, que se asegurarán de que la multa está justificada.

Ese sistema ya se utilizó durante el anterior mandato para controlar zonas de párking exprés, vigiladas mediante cámaras de control de matrículas situadas, entre otras vías, en San Andrés.

Para la peatonalización de la Ciudad Vieja estaba previsto un mecanismo similar, con la instalación de cámaras en todos los accesos al casco histórico, que es uno de los pocos de Galicia en los que todavía se permite la circulación de vehículos privados sin restricciones, aunque durante el anterior mandato sí se limitó la posibilidad de aparcar solo a los residentes de la Ciudad Vieja, y a los vehículos de comerciantes que tengan allí sus negocios.

El siguiente paso iba a consistir en limitar el tráfico a esos colectivos y al transporte público, pero el proceso ha quedado paralizado a pesar de que los vecinos apuestan por la peatonalización desde hace años.