Numerosas familias visitan Costa Miño tras el anuncio de subasta de viviendas a bajo precio

DOLORES VÁZQUEZ MIÑO / LA VOZ

A CORUÑA

César Delgado

12 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las calles de la urbanización Costa Miño registraron ayer más tráfico de lo habitual, debido al efecto llamada que ha tenido el anuncio de la primera venta judicial de viviendas de Martinsa-Fadesa, que pone en el mercado veintidós chalés pareados, con un precio de partida de solo 106.390 euros, y un piso de una habitación disponible por menos de 36.000.

«Notouse movemento», reconocía ayer Domingo Calvo, directivo de la asociación vecinal de esta macrourbanización. Calvo reconoce que el hecho de ver incrementado el número de viviendas ocupadas «é mellor para todos, tanto para o Concello como para nós», explicó, ya que estima que ayudaría a que se vieran incrementados el número de servicios de una urbanización que quedó a medio construir debido a los avatares de la constructora.

Un millar de vecinos

Allí viven ya unas mil personas, pero el espacio es tan vasto, que parece más despoblado. Cuentan con zonas verdes, más de las que quisiera porque la maleza y los toxos cubren buena parte de las parcelas urbanizables, y también con parques infantiles e incluso con un campo de golf dentro de la urbanización, pero no disponen de la zona comercial prevista ni tampoco de otro tipo de equipamiento que genere actividad económica, por lo que la imagen del conjunto son algunas promociones habitadas, salpicadas por distintas calles de la urbanización, curiosos y costosos chales de diseño en las parcelas para viviendas unifamiliares y algunos esqueletos de cemento de promociones que no llegaron a acabarse.

Ahora, con esta venta que permitiría conseguir a precio de ganga lo que inicialmente se vendió casi como una ciudad de vacaciones, se ha vuelto a generar demanda por una zona que debido a la liquidación de Fadesa y también al retraso en los pagos a los propietarios de los terrenos expropiados acaparó múltiples titulares en negativo.