Mercedes Mosquera, la «roja» que sirvió como correo a la causa de la República

dolores Vázquez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Activista durante toda su vida, estuvo presa y su casa sirvió de refugio para numerosos compañeros tras el paso por la cárcel

28 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Comunista, loitadora e compañeira de Xaquín González O Panadeiro». Así resumió su familia la muerte de Mercedes Mosquera Pampín, una de las mujeres represaliadas en la posguerra, al igual que su familia, y que mantuvo hasta su muerte la defensa de su ideario, tras un currículo vital marcado por el activismo y la defensa de sus derechos que comenzó ya en la infancia, ya que trabajó desde los 10 años. Se casó con Xaquín, que acababa de salir del penal de Burgos, a los tres meses de conocerlo y comenzó a militar en el Partido Comunista. Fue llevada presa y debido a las torturas sufrió un aborto cuando estaba de cinco meses, recuerda su hija Concha, que asegura que siempre se mantuvo agradecida a cómo la atendieron sus compañeras de presidio. No se amilanó y siguió militando en la clandestinidad, fue correo para la causa republicana y volvió a ser encadenada. «Tenían un zulo en el suelo de casa», recuerda su hija de unos años que, asegura, fueron humildes y con mucho trasiego, porque su casa pasó a ser el refugio de numerosos expresidiarios repudiados por sus familias, y las noches las pasaban escuchando Radio Pirenaica.

El legado de Mercedes, reconocido por el partido hace años, quedó eclipsado por la leyenda del que fue su compañero, un hombre al que le asesinaron tres hermanos, que acabó su vida como histórico dirigente vecinal en Atochas-Monte Alto tras un pasado de combatiente republicano que lo llevó a estar condenado a muerte. «Siempre decía que a la vida hay que echarle coraje», explica Concha de su madre, una mujer de espíritu rebelde y que define como «siempre militante». Como era su deseo, fue enterrada con la bandera republicana y la despidieron con el Himno de Riego y La Internacional.