La reducción de los sintecho es fruto de su atención continua

Rodri GArcía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Marcos Míguez

Padre Rubinos acogió excepcionalmente a varias personas y Boanoite distribuyó diez sacos térmicos para estos días

20 ene 2017 . Actualizado a las 17:54 h.

Los técnicos lo denominan trabajo en red. Y a esa tarea coordinada que durante todo el año llevan a cabo de forma casi desapercibida, atribuyen el notable descenso del número de personas que habitualmente duermen en las calles de la ciudad. «Es un trabajo de todo el año y se tiene que notar, aunque en invierno se visibiliza más», apuntaba ayer Jorge Sampedro, director del albergue de Padre Rubinos. Como muestra de esa visibilidad está el hecho de que en los últimos días, debido a la oleada de frío, este centro acogió a varias personas que, por diversos motivos, habían dejado la entidad pero pudieron volver a ella para no tener que dormir en la calle expuestas a las bajas temperaturas. «Es una medida puntual y se va a prolongar el tiempo que persista esta situación de frío», explicaba Sampedro.

Marcos Míguez

El número de personas que estaban acogidas ayer en el albergue era de 78, «pero tenemos capacidad para acoger hasta 93, así que podrían venir más», indicaba el director. Otra de las iniciativas de Padre Rubinos para estos días ha sido la adquisición de sacos térmicos «para las personas que lo aceptan» de las que pernoctan en la calle.

Parte de dichos sacos, una decena de ellos, fueron distribuidos por voluntarios de la asociación Boanoite, que de forma excepcional, y ante la oleada de frío, salieron en la noche del miércoles, y volverán a hacerlo hoy, para atender a las personas que duermen en la calle. Es algo que hacen habitualmente los viernes la veintena de voluntarios de esta entidad, distribuidos en cuatro grupos. Indican, asimismo, que tienen localizados a unos veinte sintecho en distintos lugares de la ciudad, si bien «depende del día», detallaba ayer uno de los responsables.

Es precisamente ese seguimiento, «estar cerca de estas personas para que te conozcan y sepan que tienen recursos a los que acogerse si así lo desean», explicaba Alba Gómez, experta de la Cruz Roja en personas sin hogar, lo que ha facilitado la reducción de este colectivo en las calles de la ciudad y su paulatina integración. También apunta que la muerte de un indigente hace unos años, aunque no quedó claro si había sido motivada por los efectos del frío, fue la que alertó a todas las instituciones para prestar una mayor atención a este colectivo.

Las vías de integración

En esta labor trabajan desde el equipo del Ayuntamiento de A Coruña dedicado a la integración, hasta los técnicos de diversas entidades sociales. Las vías de salida de esa situación van desde la acogida en el albergue, de corta estancia o con un itinerario de seguimiento, hasta la tramitación del papeleo para que puedan cobrar la risga, «que les obliga a tener alquilada una habitación». También hay otros casos en los que se incorporan a centros de media o larga estancia, como son el Hogar Sor Eusebia, en Bens; El Buen Pastor, en Los Rosales; Accem, en Cuatro Caminos; Cáritas o la Cruz Roja. Estas dos últimas entidades en ocasiones muy puntuales, y tras un estudio pormenorizado de la situación, valoran la posibilidad de pagar el alquiler de una habitación por un período de tiempo.

Las causas por las que estas personas quieren seguir en la calle son muy diversas, según explican los técnicos. Algunos de estos sintecho, conocido por todos los expertos, lleva unos seis años durmiendo en soportales y lugares similares «y nunca se ha interesado por recibir una asistencia», señala Sampedro.

Alba Gómez apunta a otro factor, como es que en ocasiones estas personas cuentan con «mucho apoyo de los vecinos de la zona», que no solo les prestan algunas ayudas, sino que llaman a las instituciones si les ocurre cualquier percance.

De todos modos, Jorge Sampedro, también apunta cómo en ocasiones alguna de estas personas «ha podido tener una mala experiencia», pero insiste en que «la calle siempre es un riesgo evidente» y el objetivo es que ese colectivo siga bajando.

Ayudas contra la pobreza energética para 240 familias

Unas 240 familias de la ciudad recibieron ayudas de la Xunta contra la pobreza energética y alrededor de medio centenar lograron reducir la factura con el asesoramiento de la Axencia Enerxética de la Diputación. Para evitar que los colectivos más vulnerables se queden sin suministro durante la oleada de frío, el Ayuntamiento recordó ayer que se mantienen convenios con Iberdrola y Gas Natura para evitar cortes.