Ni uno más

Diego Utrera TRIBUNA ABIERTA

A CORUÑA

10 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El obelisco Millennium, símbolo de progreso y modernidad, imagen del nuevo siglo, cuenta en sus primeros trece metros de altura la historia de los más importantes eventos de la ciudad herculina y sus principales protagonistas. Sus 142 focos de luz iluminan y realzan toda esa triunfal simbología. Junto a este lujurioso derroche de luz, a comienzos de este año se apagó para siempre la vida de un sintecho, José (llamémosle así), engullido por las tinieblas de la pobreza, la soledad y la indigencia. José es el tercer hombre que muere en la calle en Coruña en poco más de tres años. Y muere, para sorna del destino, cuando la luz, la alegría y el espíritu de familia inundaban los hogares en esta Navidad que acaba de terminar. José ha muerto porque se le acabó el crédito para vivir tirado en la calle, lo que pone de manifiesto la necesidad de programas como el proyecto Micasita del Hogar de Sor Eusebia para la gente que vive, duerme y, a veces, muere en la calle. José no podrá beneficiarse ya de él.

El proyecto Micasita pretende, justamente, ofrecer una solución habitacional para aquellos que prefieren morir en la calle a vivir en una institución como la nuestra. Nuestro objetivo es dotar a estas personas de una vivienda individual, de nueve metros cuadrados -que podrán usar con total libertad-, donde encuentren refugio, confort, seguridad y calor. El proyecto contempla, además, un pabellón de servicios (duchas, ropero, atención social de información y valoración, etcétera) cuya utilización es, por supuesto, voluntaria.

El Hogar de Sor Eusebia lleva ya un año trabajando en silencio en este proyecto con la encomiable y estrecha colaboración de la Escuela de Arquitectura de la UDC, el Ayuntamiento y la Consellería de Política Social, pero la burocracia, a veces, nos frena y atosiga.

El tiempo apremia, y no lo digo yo, lo dicen los hechos: tres personas fallecidas en la calle interrogan nuestras conciencias y nos conminan a actuar con rapidez y valentía para que el próximo invierno Micasita sea una realidad que todos podamos ver. Ya no quedan argumentos para justificar más muertes en la calle de los sintecho. Ni una más.