La promotora propietaria de los terrenos del antiguo convento de Adoratrices, en el Agra, cerca de la ronda de Nelle, no tendrá que hacer cesiones para espacios comunes y zonas verdes ni afrontar gasto alguno de urbanización de la parcela, de unos 3.000 metros cuadrados, ya que el Supremo, ratificando una sentencia previa del TSXG, considera suelo urbano consolidado.
En esa categoría de suelo los propietarios no tienen que afrontar desarrollo alguno porque solo se califican así las parcelas que ya cuentan con los servicios necesarios. El Ayuntamiento presentó un recurso en su día contra la sentencia del TSXG y el Supremo lo que hace en su último fallo es desestimar esa demanda y confirmar así la decisión anterior.
Desde el gobierno local consideran que el caso de Adoratrices «é outro dos capítulos negros da xestión urbanística de gobernos anteriores, tanto do PSOE como do PP», y lo comparan con el edificio de Fernando Macías y la Casa Paredes. Consideran que los dos partidos no hicieron lo necesario para ejecutar en su día el plan que había, posibilitando con cambios posteriores en el planeamiento «unha resolución contraria aos intereses da cidadanía». La promotora no tiene previsto edificar allí mientras no se reactive el mercado.