La Marea mantiene el IBI que impuso Rajoy

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

El PSOE y el PP impiden la subida de la tasa de saneamiento del agua en 0,5 euros al mes

03 nov 2016 . Actualizado a las 12:19 h.

Todas las dudas han quedado resueltas. Los coruñeses pagarán en el 2017 la misma cantidad por el Impuesto de Bienes Inmuebles que este año. El tributo se mantiene en el 0,6 %, la misma cifra que marcó el Gobierno de Mariano Rajoy en el 2011 dentro de una serie de subidas de impuestos que buscaban evitar la quiebra de la Administración pública en medio de la gran recesión.

Ante los primeros síntomas de recuperación, y con unas complicadas elecciones generales de diciembre del 2015 a la vista, el Ejecutivo del PP abrió la mano y dio permiso a los ayuntamientos para que devolviesen el impuesto a su coeficiente anterior al 2011.

En el caso de A Coruña, el tributo podría haberse reducido hasta el 0,54 %, lo que supondría un ahorro de 36 euros anuales para la familia media, que paga 360 euros. Las otras dos ciudades de la provincia, Ferrol y Santiago, aprobaron rebajas el año pasado, pero en A Coruña se mantuvo la cifra marcada por Rajoy.

En el 2015, la decisión se tomó por acuerdo de la Marea y el PSOE. El PP se quedó solo en su intento de corregir una medida impulsada por el Gobierno de su presidente nacional. Una medida que, por obligación legal, insistieron, aplicaron cuatro años.

Este año la situación política ha cambiado, la Marea y el PSOE no han llegado a ningún acuerdo, pero la tasa del IBI seguirá siendo la que marcó el Gobierno de Rajoy. El asunto se debatió en el pleno de ayer, donde el gobierno local presentó los cambios que pretendía en las tasas y los impuestos. Entre ellos destacaba un aumento de la tasa de saneamiento -recogida en el recibo del agua- de 0,5 euros al mes.

El PP, que durante el último año presentó varias iniciativas para bajar el IBI, fue el primero en disparar con una enmienda que invitaba al gobierno local a retirar la subida del recibo del agua hasta que se tramitase la bajada del citado impuesto. El alcalde rechazó retirar ese asunto.

El primer punto del día era precisamente ese. Pronto quedó claro que el saneamiento no se encarecería, a pesar del apoyo del BNG. En el anterior mandato los nacionalistas fueron muy críticos con la subida de la tasa que aprobó el PP al entrar en funcionamiento la EDAR de Bens. Pero ayer su portavoz, Avia Veira, manifestó que votarían a favor del alza «por coherencia» y para «non deixar tirados» a los ayuntamientos de la comarca, que también aplicarán la subida.

Pero ese apoyo no iba a ser suficiente. La portavoz del PP, Rosa Gallego, subrayó que su partido no lo toleraría al mismo tiempo que se mantenía el IBI y añadió que la subida es lineal y afectará a todo el mundo casi sin distinciones: «A un jubilado que gane 800 euros al mes, a cualquier mileurista con problemas para llegar a fin de mes». La edila de Medio Ambiente, María García, acusó el argumento: «Non me fale de mileuristas». Pero también el concejal socialista José Manuel García la puso en dificultades al cuestionar el informe que ampara el alza de la tasa. «No está bien sustentado y no hay un plan de inversiones», insistió. La concejala de la Marea lamentó que se fuese a «decepcionar» a los ayuntamientos limítrofes, el socialista le espetó que «no se puede mejorar la relación con los ayuntamientos del área a costa de los coruñeses».

Ellos y el PP respaldaron un voto particular del PSOE que veta la subida, aunque se mantienen las bonificaciones fiscales a las familias desfavorecidas que incluía la propuesta de la Marea.

La marcha atrás del gobierno

El segundo punto eran las ordenanzas fiscales, incluyendo el IBI, y el PSOE había presentado otro voto particular para bajar el impuesto un 5 %, lo que supondría que el contribuyente medio pagase 18 euros menos al año.

El alcalde, previendo su aprobación, retiró el punto del orden del día, sacrificando otros diez cambios que tenían previstos en las ordenanzas y que el PSOE, subrayó su portavoz José Manuel Dapena, pensaba aprobar como ya había hecho en la comisión.

La retirada del punto no impidió que el IBI marcase todo el resto del pleno. Rosa Gallego pidió «por favor» que se abriese una negociación para reducir el impuesto y espetó al gobierno que puede asumir los cinco millones que perdería al bajarlo porque «no ejecutan nada, tienen más de 60 sin gastar». García les reprochó las cifras del paro. Veira sin embargo cargó contra el PP y recordó que ellos habían subido el impuesto. La titular de Facenda, María Eugenia Vieito, se defendió señalando que esos fondos son precisos para invertir y dejó claro que la retirada del punto por el alcalde buscaba impedir la bajada del IBI: «Non imos permitir unha baixada demagóxica, non nos sobra o diñeiro».

En los siguientes puntos se aprobó la eliminación de las cuotas mínimas del plan de pago personalizado de impuestos, la cuenta general del 2015, con semanas de retraso, y cambios menores en la ordenanza de rehabilitación.

Una tarifa que toda la izquierda prometió reducir

En el 2013, el PSOE denunció la subida de 20 euros del PP en el recibo del agua al sumar el saneamiento. Ellos, el BNG y la Marea prometieron bajarla. La Marea le dedica el punto 38 de su programa, que considera el agua «un dereito fundamental e humano». En el 2015, Marea y PSOE aprobaron una rebaja de cerca de un euro. El BNG lo vio insuficiente y exigió derogar la subida del PP. Ayer apoyó el alza de 0,5 euros prevista por el gobierno que vetaron PSOE y PP.