¿Dónde comprabas tú los Levi's 501?

Javier Becerra
Javier Becerra CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

28 oct 2016 . Actualizado a las 20:11 h.

Ocurrió de un día para otro. Si no llevabas unos Levi’s 501 quedabas fuera de juego. O algo así. A mí me pilló a finales de los ochenta, en 8.º de EGB, atolondrado y con 13 años. Un compañero del colegio los usaba. Tenían botones en lugar de cremallera, algo extraño entonces. El resto resultaba bastante similar a los otros vaqueros. Obviaba la pequeña etiqueta cosida en el bolsillo trasero derecho. Roja. Letras en vertical. Símbolo de marca registrada. El objeto de deseo para toda una generación.

Unos Levi's 501
Unos Levi's 501

Tenías que tener unos de esos pantalones. Un día, en el antiguo Continente, conseguí que me compraran unos. Azul marino. Con la etiqueta rojísima. Y, sí, con el billete que decía «this is a pair of levi’s jeans» con el que algunas chicas de clase forraban sus libros. Me sentí dichoso, moderno, especial. O algo así. Duró poco. Al día siguiente un chaval de la calle me preguntó: «¿Son unos Levi’s?». Sí. Dio la vuelta y, sin cortarse un pelo, me dijo: «No son originales». ¿Cómo? Mi gozo en un pozo.

Mis Levi’s tenían los bolsillos más arriba que los supuestamente auténticos. Había también una notable diferencia en el precio respecto a los que se vendían en El Corte Inglés. También circulaba una leyenda: los de Continente eran Levi’s americanos, mientras que los de El Corte Inglés se fabricaban en España. ¿Pero no son mejores los que vienen de fuera que los de aquí?, me decían en casa. Pues no, parece que no.

Los Levi’s no solo se compraban en El Corte Inglés. En el 15004 se adquirían en El Pote y se cortaban sobre el tobillo. Aún resuenan en el recuerdo las madres peleando con sus hijas: «¿Pero qué vais a mariscar o qué?». También surtían de material reglado Pascual, LaBase, Pidolti o La Tienda Vaquera. Pero lo mejor era acudir al Levi’s Center, en la plaza de Vigo. Muchos adolescentes se sentían allí como un niño en Disneylandia pensando: ¿Y ahora en qué atracción me quiero montar?

Existían caminos alternativos. Parecerá raro hoy, pero había tiendas que vendían los pantalones con la etiqueta recortada (es decir, que se notase que la hubo) mucho más baratos. La más mítica, Araña, con establecimientos en la calle Barcelona y San Andrés. También estaba Goodies Of New York, con extraños modelos de 501 supuestamente importados de EE. UU. Permitían vestir uno dejando muy claro que no se había gastado el dinero suficiente. Nada comparado a las falsificaciones que empezaron a verse en el mercado de los Mallos, señal inequívoca del éxito.

El reinado duró un par de décadas. En el 2011 cerraba las puertas el Levi’s Store de la calle Betanzos (heredero del Levi’s Center original). Su responsable decía que vivían de un público de más de 40 años. La juventud de Pull & Bear miraba en otra dirección. A aquellos Levi’s 501 se les había evaporado la magia. O algo así.