La concejala popular Lucía Canabal criticó ayer al gobierno local por haber aumentado el gasto del Instituto Municipal Coruña Espectáculos (IMCE) -el organismo que se encarga de las fiestas, conciertos, teatro y otros actos similares- en un millón de euros sobre el presupuesto que ya tenía.
La entidad, dijo Canabal, contaba con 4,2 millones de euros para esos gastos, a los que se ha sumado ahora otro más, proveniente, explicó, de 320.000 euros de transferencias que no han pasado por el pleno -de los que 120.000 salen del Consorcio de la Música-, otros 580.000 euros de remanente de crédito y al menos 173.000 euros de facturas de eventos vinculados a las fiestas del verano que se están pagando con cargo a otras concejalías.
La concejala aseguró, además, que el semestre lo cerrarán con más de medio millón de euros de facturas con reparos de legalidad anotados desde la intervención municipal, es decir, gastos realizados sin partidas presupuestaria.
«La Concejalía de Culturas ha pagado la romería de Santa Margarita y el festival Familirúa y desde Deportes las actuaciones de Ute Lemper, Carlos Baute y el festival Manicómicos a pesar de que estos actos estaban en el programa de fiestas que organiza y gestiona el IMCE y para lo que hay un expediente del instituto municipal», aseguró Canabal.
Afirman desde el PP que de este modo se gastará «casi el doble de la reducción recogida en las enmiendas del presupuesto aprobado por la Marea». En esas cuentas los populares pidieron una merma de medio millón de euros en los gastos para fiestas que, en su opinión, no se ha cumplido.
«Los que presumían de reducción de gastos en el IMCE en realidad han aumentado el presupuestos por varias vías -gastos cargados a otras concejalías, transferencias y remanente- en un millón de euros, un 25 % más, a lo que habrá que sumar todos los reparos de legalidad de este año que, como ya advertimos en el pleno, será una marca histórica, mucho más de los 500.000 euros del segundo semestre del 2015», dijo la concejala.
Desde la formación recuerdan que mientras la Marea prometía reducir los gastos en fiestas para otros usos al dinero público, al final hacen lo contrario.