Surf, capoeira y samba en Barrañán

A CORUÑA

30 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Agosto se va terminando. Tenemos a la familia del coro coruñés Cantabile por Viena. En Barrañán una fiesta que fusiona capoeira y surf. Y también, de regalo, dos buenos premios de la lotería como antesala del gordo de Navidad. Empiezo en la playa donde se abrazaron la samba y el mar. «Es algo único», comenta uno de los participantes en la fiesta brasileña que tuvo lugar este fin de semana. Oriundos de Brasil, surfistas autóctonos, bailarines, curiosos y amantes de las buenas juergas se dieron cita en las instalaciones del Costa da Morte Surf Club. Música, baile, deporte y puestos de gastronomía y coctelería brasileña. La idea fue de Raquel Becerra, que es propietaria de la empresa de organización de eventos Mon amie y está casada con un brasileño. «El verano pasado la hicimos más modesta y este año todos insistieron para que repitiésemos y resultó un éxito», destaca esta mujer sobre la refrescante celebración que seguro tendrá continuidad.

Cantores coruñeses

En el corazón de la música se encuentra el coro Cantabile, que ayer interpretó la Misa de la coronación de Mozart ni más ni menos que en la iglesia de San Pedro en Viena, la ciudad en la que falleció el compositor. Me cuentan que se encargó de coordinarlo la embajada de España en esta localidad. «Antes estuvimos dos días con los niños cantores de la abadía de Altenburg, que son nuestros anfitriones», destaca el director de la formación, Pablo Carballido, desde la casa de Mozart, donde fueron de visita ayer por la mañana. Hoy tendrán tiempo para recorrer la capital austríaca y mañana estarán en Salzburgo, la ciudad natal de Mozart. «Cumplimos con el objetivo de enriquecer a los jóvenes no solo en lo musical y en lo vocal, sino también en el aspecto cultural», asegura Carballido.

Casi medio millón

Fue un buen pellizco. Bueno, fueron seis pellizcos fenomenales y diez más modestos. El último sábado de agosto trajo la suerte a nuestra ciudad. Sonia Esperante vendió seis décimos del primer premio, el 61621 en su despacho de Fernández Latorre. «Fue una pena, pero cuatro los devolví. Puede que haya algún turista entre los compradores, pero creo que la mayoría son clientes habituales. Alguno ya vino por aquí para decirme que me va a invitar a tomar algo», comenta sonriente esta mujer que repartió 360.000 euros (60.000 al décimo). A esa cantidad hay que sumar los 120.000, en este caso 12.000 por cada décimo, del segundo premio vendido en la administración de San Nicolás. El número de la suerte fue el 20814. Ojalá que la racha dure hasta Navidad.