El viernes concluye la recogida de las imágenes que aportan historias curiosas sobre los fotógrafos
17 ago 2016 . Actualizado a las 11:14 h.«¿Pero tú no tienes una foto delante de la estatua de Emilia Pardo Bazán?... Pues tráela!». En la entrada de la casa-museo de la escritora es un ir y venir constante en las últimas semanas. Con motivo del centenario de la inauguración de la escultura que la autora de Los pazos de Ulloa tiene en los jardines de Méndez Núñez desde la casa-museo han iniciado la recogida de fotos ante la misma. Por el momento llevan unas 80 y con ellas «conseguimos fiar o século XX e comezos do século XXI», indican.
«É curioso que hai familias coruñesas, con todos os membros da unidade familiar, que se fotografaron diante do monumento; tamén recollemos fotografías de parellas de namorados nas que o mozo fotografía á moza, ou viceversa, e historias do máis diverso», explican desde la casa-museo. La semana pasada «recibimos unha fotografía dunha familia residente en Madrid que veu visitar ao seu fillo. Viron o cartel da recollida de fotografías, remexeron no arquivo familiar que ten o seu fillo na cidade e atoparon unha dos anos sesenta».
Oficialmente, la recogida de las imágenes que luego serán expuestas termina el próximo viernes, día 19, y los responsables de la iniciativa destacan como en las mismas hay una serie de datos que van más allá de la foto.
«Minuteros» y «leikistas»
Entre dichos datos está el que figura en el reverso de muchas de ellas el estudio fotográfico. Otras fueron tomadas por fotógrafos ambulantes. Y un visitante de la casa-museo explicó que durante los años cuarenta las fotografías tomadas por los minuteros y los leikistas fueron perseguidas. Los primeros eran trabajadores por cuenta propia «que facían fotografías que entregaban no mesmo momento». Los segundos eran trabajadores de estudios fotográficos «que se situaban en lugares concretos, varios nos Cantóns, e facían fotografías que enviaban a casa dos fotografados, ou estes últimos ían recollelas ao estudo en cuestión». Lógicamente, el mote de estos retratistas era porque utilizaban las míticas cámaras Leika.
Para hablar precisamente de la actividad de dichos profesionales, el primer jueves de septiembre el fotógrafo Xosé Castro participará en el ciclo Os xoves da rúa Tabernas con una intervención que llevará por título 100 anos de historia. Tempos dourados da fotografía nos Cantóns e xardíns. También intervendrán algunas de las personas que han cedido imágenes hechas ante la estatua de Emilia Pardo Bazán.