Matan a una heroína de cuatro patas

claudia vázquez, T. S. OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

La perra Satra salvó la vida de su dueña en varias ocasiones. Acaba de morir envenenada con raticida

15 ago 2016 . Actualizado a las 09:39 h.

Cuando Montserrat Bermúdez perdió a Satra, perdió mucho más que a su perra. Al apagarse la vida de esta pastora alemana de cuatro años, su dueña lo sintió como la marcha de un miembro de su familia, pero también como la de su salvadora. Aunque lo que más dolor le causa a Montserrat es saber que la muerte de su mejor amiga fue provocada por alguien que intencionadamente la alimentó con veneno para ratas.

«Satra era una perra muy especial», explica su dueña, «me salvó la vida varias veces». Montserrat padece un caso muy grave de celiaquía. Si su enfermedad se descontrola puede llegar a perder el conocimiento y quedar inconsciente. «Si me paso comiendo alguna cosa, me desmayo. Una vez caí en mi habitación. No sé cómo, pero ella lo supo. Subió las escaleras, entró en mi cuarto y me lamió la cara hasta que recobré la consciencia», recuerda Montserrat. Pero no solo aquella vez la rápida actuación de Satra le salvó la vida: «En otra ocasión me desplomé en el jardín y ella no paró de ladrar hasta que vinieron a buscarme». El sexto sentido del animal llegaba al punto de ser capaz de detectar los ataques incluso antes de que se produjesen: «Ella notaba que me iba a dar un bajón incluso antes que yo y se ponía delante de mí, como avisándome, para asegurarse de que no caía al suelo».

Pero el heroísmo de esta perra no termina en su control de la enfermedad de su dueña. Montserrat cuenta como Satra se enfrentó a varios ladrones que trataban de entrar en la casa de madrugada: «Intentaron entrar por una ventana en mitad de la noche. Ella los escuchó, se enfrentó a ellos y los espantó. Consiguieron robar en cinco casas cercanas, pero en la nuestra no pudieron pasar gracias a ella».

Además, Satra no se fue sola. En el momento del envenenamiento le faltaban tres o cuatro días para dar a luz a una camada de cachorros. «Estaba embarazada de casi sesenta días, iba a parir muy pronto. Tampoco pudimos salvar a ninguno de los perritos, que fallecieron dentro de ella» explica su dueña.

A Montserrat todavía le cuesta hablar de su perra en pasado. Hace una semana y media la dejó sola en la finca durante la tarde. Cuando volvió ya vomitaba y se encontraba mal, pero tanto ella como su veterinario lo asociaron al embarazo. Cuando se dieron cuenta de lo que ocurría era demasiado tarde. «Tuvo una muerte horrible. Pasó muchas horas agonizando a mi lado. Yo misma le estuve haciendo un masaje cardíaco durante más de media hora, pero ya no podía salvarla. Cuando supo que iba a morir se arrastró hasta mí y falleció a mis pies».

Montserrat ha denunciado los hechos a la Guardia Civil, que se encuentra actualmente investigando. Solo desea que nadie más tenga que pasar por el sufrimiento de ella y Satra.