Retrasos en los trayectos del bus por los fallos de la tarjeta Millennium

P. S., X. G. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

P. G.

«Si hay diez personas subiendo y le falla la tarjeta a tres claro que pierdes tiempo, sobre todo en hora punta»

08 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La falta de personal en la estación de autobuses ha desencadenado largas colas en la estación de autobuses para renovar la tarjeta Millennium, unos dispositivos que se renuevan a menudo, ya que sufren un porcentaje de fallo del 7 %. Los usuarios no son los únicos que se quejan de ese problema, también los conductores del transporte urbano coruñés se ven afectados, ya que deben hacer frente a los retrasos que causa el mal funcionamiento de parte de los dispositivos.

Diego, como usuario habitual de este servicio, utiliza todos los días el autobús para ir al trabajo, y aunque puntualiza que la tarjeta del servicio metropolitano le falla más que la Millennium: «Si hay diez personas esperando para subir al autobús y les falla a tres, se produce un retraso importante, sobre todo en hora punta», comenta. Diego considera que una buena alternativa ante esta realidad sería aprovechar los dispositivos móviles para realizar dichos pagos.

Conductores del servicio público coruñés señalan que es suficiente con que la tarjeta funcione correctamente, pues son muchas las quejas que les remiten los usuarios. «Está dando bastantes problemas, la mitad de la gente nos da la tarjeta directamente a nosotros, antes de que les falle», apunta Miguel, conductor de la línea 14 que confiesa que esto no le supone «un retraso grande, pero sí un incordio para nosotros y para los usuarios», sobre todo cuando llueve. «Yo peleo con la tarjeta hasta que puedo, porque la diferencia económica que supone el descuento es importante. Suelo conseguir que funcione, pero a veces los conductores estamos un poco en tierra de nadie, comiéndonos el marrón» declara.

Sergio también conduce un autobús de la compañía, y se encuentra con que las tarjetas Millennium cada vez fallan más a los usuarios, algo que considera que no ocurre en otras ciudades. «Cuando los dispositivos dan error, comprueban su funcionamiento [en las tres oficinas municipales disponibles para la renovación], pero no de la misma manera que lo hacemos nosotros. Allí revisan la banda, que no da ningún problema, pero en nuestras máquinas el chip sigue sin funcionar correctamente».

Comenta que la semana pasada un usuario se negó a pagar en efectivo el billete, pero que él tiene la obligación de cobrar el viaje de alguna manera, y que no es la primera vez que esto causa alguna disputa. «En un trayecto de una hora, pierdes entre tres y cinco minutos con este asunto», señala el conductor respecto a los frecuentes fallos.

Sheila y Javier, usuarios habituales de los autobuses de la ciudad, cuentan que sus dispositivos funcionan a la perfección. «No me hace falta ni sacarla de la funda, pero sí veo como retrasa los viajes el hecho de que a alguna gente no le funcione la tarjeta con normalidad» comenta Javier.

Por su parte, José Manuel, jubilado habitual en diferentes líneas del servicio, es la segunda vez que tiene que cambiar su tarjeta. Aún así, no piensa que se den grandes retrasos en los trayectos, pero dice que ahora que tiene tiempo prefiere ir andando.