Investigan la muerte de una mujer en la orilla de la playa de Riazor

rodri garcía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

GIOVANNI MARTÍNEZ

Los bañistas habituales alertan de un escalón de casi un metro en el arenal urbano

07 jun 2016 . Actualizado a las 11:33 h.

«No es de nuestro grupo, no la conocíamos». Esto decía una de las personas que durante todo el año se baña en la playa de Riazor. Aludía a la mujer que pasadas las once de la mañana de ayer fallecía en este arenal. Todo apunta a que iba paseando por el borde del mar. Vestía playeros, pantalón vaquero y blusa. No llevaba ninguna documentación. El primero en descubrirla en el agua fue una persona operada de garganta, con lo que no podía gritar. Luego la vieron una madre y su hija que paseaban por la playa; esta última, muy afectada, sí gritó, mientras su madre fue a la zona donde los baños públicos del arenal. La encargada de los mismos, María Jesús Becerra, alertó a la Policía Nacional y a una ambulancia. Luego fue hasta la orilla del mar. «Estaba en el agua, boca abajo», explicaba más tarde. Varias personas también se acercaron: «Nos decían que no la tocáramos». Pero uno de los usuarios habituales del arenal «se sacó la camiseta, se metió en el agua y tiró por ella; yo le di la mano desde la orilla, porque le costaba sacarla», relataba María Jesús. A los pocos minutos, «vinieron rápido», llegaron varios vehículos de la Policía Nacional y luego una ambulancia. Los intentos de reanimación de los policías y luego de los sanitarios no lograron salvar a la mujer.

Desde los servicios de emergencias, y a la espera de lo que dictamine el forense, casi descartaban que la mujer se hubiera ahogado: «Una persona ahogada se va al fondo, no queda flotando en el agua», resumían. Por ello apuntan que podría haber sufrido algún tipo de desmayo, ictus o ataque al corazón.

Cuando llegó el forense, uno de los bañistas le mostraba el escalón de casi un metro que hay en el borde del agua, quizás más acusado tras el movimiento de arena de la semana pasada para deshacer una duna artificial. Era lo que destacaban varios usuarios de este arenal aludiendo al peligro que supone en esta playa urbana. «Aquí siempre hubo escalón», aseguraba otro de los usuarios. De todos modos, desde los servicios de emergencias destacaban lo sorprendente de lo ocurrido ya que el mar, con marea baja, estaba en calma total. El equipo acuático de los bomberos coruñeses rastreo la zona en busca de objetos personales de la mujer, que no aparecieron. Cerca de la una de la tarde, la funeraria se llevó el cadáver.

Mar en calma en la segunda muerte en menos de un mes en la bahía coruñesa

Ni una ola. El mar lamía ayer el arenal de Riazor. Como un plato, dicen quienes lo conocen. Durante la semana pasada las palas removieron la arena acumulada en una duna artificial. Los últimos temporales del invierno se habían estrellado contra esa duna. Ahora la arena está esponjosa. Los bañistas que acuden a diario alertan que estos días habrá escalón, sobre todo con la marea baja. Alguno hasta tiene trucos para sortearlo: «Tienes que subir de lado, si no es difícil», reconocía uno de ellos. «Esto pasa todos los años», explicaba Manuel, con bañador, al borde del agua. Luego detallaba como será ahora el trabajo del mar, como las olas van a mover la arena hasta hacerla firme de nuevo. Mientras tanto su mujer, María, nadaba en la orilla: «Yo mido 1,65 y aquí ya casi no hago pie». Esto decía a escasa distancia de la arena. Y es que ayer los pies, los calzados de la mujer muerta o los desnudos de los paseantes, se hundían con facilidad. Para los servicios de salvamento el escalón no es el mayor problema. «Con cinco años mi madre ya me decía que tuviera cuidado con el escalón de la playa», evocaba el ahora padre de tres criaturas. Para los usuarios sí lo es: «Me hundí en ese mismo sitio con mi sobrina de 4 añitos hace cinco días...», escribía una mujer en las redes sociales. La de ayer es la segunda muerte en menos de un mes: antes fue un hombre que hacía parapente. También un día con el mar en calma. Ni una ola.