La tienda de ropa de segunda mano de Padre Rubinos crea seis empleos

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

César Quian

Hosteleros, hoteleros y Segur colaboran en este proyecto para la inclusión social

27 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Reestrenar es la clave. Padre Rubinos reestrenó ayer en uno de los locales de sus viejas instalaciones una tienda de ropa de segunda mano. El mobiliario también es reciclado: las viejas literas sirven ahora como percheros y mesas sobre las que colocar la ropa. Los somieres desechados se usan ahora para colgar ropa. Las lámparas de los probadores son las perolas de las que un día los náufragos de la vida que arribaban a Padre Rubinos servían su comida. Todo ello lo mostraba el presidente de la entidad, Eduardo Aceña, indicando que este proyecto da trabajo a seis personas que estaban en riesgo de exclusión social.

La tienda, Re2strenar, estará abierta de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00, y los sábados solo en horario matinal. Además de la ropa procedente del taller prelaboral, las prendas que están a la venta son donaciones y ropa recuperada. Los ingresos permiten a Padre Rubinos llevar a cabo su labor ya que, según indicó Aceña, «en los primeros cinco días de cada mes tenemos que pagar 250.000 euros» por obligaciones que van desde el salario de los 160 empleados hasta la Seguridad Social, luz, agua o limpieza. Padre Rubinos tiene 72 contenedores distribuidos por la ciudad, recibe «cada semana 18 toneladas de ropa y en julio puede crecer». Y es que además de ser cambio de temporada, con lo que las donaciones son mayores, hasta ese mes instalarán 25 contenedores más. Los fines sociales del proyecto están explicados en la nueva tienda en dos amplios carteles. En esta iniciativa social colaboran los hosteleros coruñeses, cuyo presidente, Héctor Cañete, firmó el acuerdo la semana pasada. Ayer, Eduardo Aceña rubricaba dos nuevos acuerdos, uno con Jaime Villares, delegado territorial del grupo de empresas Segur, y otro con Rafael de Benito, presidente de la Asociación Hospeco. Este último estuvo acompañado por un cocinero para mostrar la vestimenta que los hosteleros podrían encargar a las personas que trabajan en este taller de Padre Rubinos. Villares señaló las posibilidades de formación que podían ofrecer desde alguna de las empresas del grupo.