Casi la mitad de los integrantes del Coro de la OSG son de fuera de la ciudad y hacen piruetas para poder asistir
22 may 2016 . Actualizado a las 18:34 h.Desde que hace 18 años se fundó el coro de la Orquesta Sinfónica de Galicia, María Teresa Guitián viaja hasta A Coruña desde Ourense para formar parte de él. «Cuando se constituyó era ir y venir a los ensayos y, si eran a mitad de semana, suponía llegar a casa a la una y media de la mañana y al día siguiente, a las ocho, tenía que entrar a trabajar». Esto es lo que evoca una de las voces veteranas de una formación que la semana pasada superaba con éxito uno más de sus retos: cantar el Réquiem de Verdi con la Orquesta Sinfónica de Galicia.
De todos modos, tal y como recordaba Joan Company, su director artístico, el Coro de la OSG «ya ha hecho otros, como los de Fauré, Mozart o el Réquiem de Guerra de Britten. Son muy diferentes, pero todos enriquecen». En esto coincide María Teresa Guitián al apuntar: «Con la Sinfónica se abrió un mundo para nosotros». Hubo temporadas durante las cuales «éramos hasta 15 personas» las que viajaban desde Ourense, «ahora debemos ser siete y ocho y vamos en tren porque nos coinciden bien los horarios y es cómodo».
Esto indica una de las veteranas de la formación, entre las que también están María Luisa Pazos o Mayte Ayerdi, todas ellas haciendo encajes para coordinar los ensayos con sus ocupaciones familiares.
«Desde mis inicios uno de mis objetivos era la cantera, hacer escuela coral», decía el director Company y un ejemplo claro de que lo ha conseguido es Sofía Rodríguez: Desde los nueve años viene desde Ferrol a todos los ensayos y actuaciones del coro. Son casi tres lustros puesto que está a punto de cumplir 24 años y ha ido «recorriendo los tres coros: el de niños, el joven y ahora el grande». Es un itinerario similar al de otras integrantes, como Nuria Leiro o Charlene Harriswangler, que también empezaron a cantar con ocho o diez años y que ahora lo hacen con los mayores. Sofía Rodríguez, que está a punto de acabar el curso de viola en Vigo, va un paso más adelante: «Empecé a dar clases en el Coro Joven».
Claro que a veces las dificultades no están solo en los kilómetros, sobre todo porque «ensayamos cada quince días, los sábados por la tarde cuatro horas y los domingos por la mañana tres», según explica María García, la coordinadora de esta formación. «Con mi marido llevo en el coro desde hace 18 años, a nuestros hijos les toca pasar los fines de semana en los ensayos».
Cena hecha, cambio de turno
Como buena conocedora de las piruetas que tiene que hacer cada uno de los integrantes de este grupo de voces detalla: «Patricia Raso en muchas ocasiones deja la cena preparada para que sus hijas, de 11 y 6 años, puedan calentarla ellas mismas».
Otro ejemplo que muestra cómo el interés por participar en este coro supera todo tipo de situaciones es el de los traumatólogos Mar Santás y Miguel Neira, «que en muchas ocasiones vienen a los ensayos directamente de las guardias en el hospital», explica María García. También indica que a ello se suma la necesidad de pedir cambios de turno en los horarios a los compañeros de trabajo para poder asistir a todos los ensayos.
Son esfuerzos para «sentirse parte de un conjunto, una voz que suma, pero es anónima, para conocer este repertorio y estar al lado de una de las mejores orquestas», sostiene Campany.
Crónica Coralistas aficionados y muy profesionales
Los Niños Cantores actúan hoy en el Ágora dentro del proyecto didáctico Son Futuro
Más de 22.000 escolares han participado durante este curso que está terminando en el programa didáctico que con el lema Son Futuro desarrolla la Orquesta Sinfónica de Galicia. El penúltimo de los conciertos tendrá lugar este mediodía en la Ágora y en el mismo intervendrán los Niños Cantores. En la misma sede, el próximo 9 de junio lo hará la Orquesta de Niños.
Desde la OSG indican que han sido 22.228 escolares procedentes de 124 colegios, la mitad de A Coruña, los que participaron este curso en dicho programa didáctico, que cuenta con el patrocinio de la Fundación Repsol, junto con el Ayuntamiento de A Coruña, la Xunta y la Diputación coruñesa. La iniciativa ha permitido, destacan desde la Sinfónica, llevar «la mejor música de cámara, sinfónica y ballet a estudiantes y familias».
El proyecto Son Futuro, que comenzó hace dos años, incluye todo el trabajo de la Orquesta Joven, la Orquesta de Niños, los Niños Cantores y el Coro Joven de la OSG, «además del ciclo Son Futuras Promesas, con un total de seis conciertos programados».
De León a Pontevedra
En cuanto a la Orquesta de Niños de la OSG, está integrada por 94 intérpretes cuyas edades están entre 9 y 17 años. Aunque la gran mayoría son de A Coruña, un total de 70, los hay que vienen de León (6), Lugo (6), Ourense (5) y Pontevedra (7), según detallan desde la Sinfónica. También en la Orquesta Joven, con edades de 15 a 25 años, destaca la gran diversidad de procedencia de los músicos, entre los que hay 15 alumnos que han llegado de Portugal. En esta formación, los 49 integrantes de A Coruña no son mayoría; de la provincia de Pontevedra participan 50; de Asturias, 9, y de León, también 9, entre otras procedencias.