Juzgan en A Coruña a once acusados de comercializar vieira tóxica de Ferrol

Noelia Silvosa
noelia silvosa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Dos de los mariscadores detenidos cuando pasaron en el 2001 a disposición judicial.
Dos de los mariscadores detenidos cuando pasaron en el 2001 a disposición judicial. JOSÉ PARDO

Todos negaron los hechos y solo uno contó que compró vieiras para una fiesta familiar

10 may 2016 . Actualizado a las 11:15 h.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña acogió ayer el comienzo de la macrocausa por la comercialización ilegal de vieira tóxica extraída de la ría ferrolana en el año 2011, cuando se detectaron 1.300 unidades de vieiras -unos 300 kilos- con elevados índices de toxina ASP (amnésica). Un juicio que continuará hasta el día 12 y en el que la Audiencia prestó sus instalaciones al Juzgado de lo Penal número 1 de Ferrol, donde no hay espacio suficiente para albergar a todos los letrados y al que acudió la jueza, la fiscal y un abogado de la Xunta junto a las defensas de cada uno de los 11 encausados. Estos son dos mariscadores furtivos; un presunto transportista; la cocinera y la gerente del restaurante Vilas, de Santiago; el responsable de los restaurantes O Calexo I y O Calexo III, de A Coruña; el dueño del bar Juanillo, de Ferrol; el titular de la parrillada San Isidro, de Bergondo; el dueño de Peixes Vilanova, y una autónoma que supuestamente se dedica a la venta de marisco de forma ambulante.

Tras un primer intento de conformidad que no dio sus frutos -el tercero de esta causa-, el juicio comenzó con la declaración de los encausados. Todos ellos negaron los hechos que se les imputan, por los que están acusados de un supuesto delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico de géneros corrompidos, y por los que el Ministerio Fiscal pide penas de entre 2 y 3 años de cárcel, diversas multas y un total de cinco años de inhabilitación especial para cualquier profesión o industria relacionada con el marisqueo o la comercialización de marisco.

Compras para autoconsumo

Tan solo el último hostelero accedió a responder a las preguntas de la fiscal, declarando que había adquirido 24 vieiras a uno de los furtivos acusados, cliente habitual de su negocio, para consumo propio, dado que iba a celebrar su cumpleaños en familia: «Es de 12 miembros, por lo que tocaba a dos vieiras por cabeza», indicó. Aseguró, no obstante, que desconocía el origen ilícito de las mismas. El resto de los acusados se acogieron a su derecho a no declarar ante la fiscal, respondiendo solo a las preguntas de sus abogados y defendiendo que jamás compraron marisco sin guía ni factura para la comercialización en sus locales. Por su parte, uno de los furtivos -que permaneció esposado durante todo el juicio- aseguró que es armador y que nada tiene que ver con la actividad furtiva. Lo mismo mantuvo el segundo, extrabajador de Navantia, en paro en el momento de los hechos. También se desmarcó el supuesto transportista, afirmando que es albañil.

Los hechos que se juzgan se corresponden con la extracción mediante inmersión submarina de vieira -método prohibido- y su venta a sabiendas de que contenía altos valores de la toxina amnésica. La intoxicación puede provocar, según el Ministerio Fiscal, «desde trastornos intestinales hasta de tipo neurológico», e incluso «en casos severos, la muerte». El juicio continúa hoy con la declaración de los guardias civiles que realizaron las intervenciones.

La ría ferrolana, la despensa de la que se abastecen locales repartidos por toda Galicia

El último operativo contra la venta ilegal de marisco tuvo lugar el jueves pasado, cuando la Guardia Civil realizó una nueva redada en la que desmanteló una red dedicada a la venta de vieira tóxica de la ría de Ferrol. En el marco de la operación Llana, la Guardia Civil puso a disposición judicial a 14 personas, 13 en calidad de detenidos y una como investigada de formar parte de una trama para poner en el mercado vieira con índices de toxina ASP más elevados de los permitidos para consumo humano. Hasta el momento, entre los apresados hay personas relacionadas con la extracción y con la distribución, pero la investigación sigue abierta y la Guardia Civil trata de identificar e imputar penalmente a los responsables de establecimientos hosteleros que compraban la vieira, situados en Lalín, O Grove, Vilagarcía, Meis, Meaño y el mismo Ferrol.

Si a eso se suman los apresamientos realizados por la Policía Autonómica en las últimas semanas, de personas supuestamente vinculadas a la comercialización de almeja con elevada carga microbiológica, parece que la ría ferrolana es la despensa que abastece a buena parte de Galicia. Los agentes detuvieron el 20 de abril en una depuradora Cambados a dos individuos que estaban pesando almeja que presuntamente procedía de una zona C de Ferrol y dos semanas más tarde apresaron a tres empleados de esa empresa acusados de sendos delitos de furtivismo y contra la salud pública, como los anteriores.